Cuando la pandemia comenzó, se decía que si un 60% de la población adquiría inmunidad, ya fuera porque se infectó o porque recibió una vacuna, las demás personas tendrían protección contra el SARS-CoV-2, virus causante de la covid-19.
Este porcentaje no permaneció mucho tiempo y, meses después, especialistas internacionales ya hablaban de un 70% como mínimo.
¿Esto se mantiene? Con la aparición de variantes más transmisibles, como la alfa y -especialmente- la delta, esa pregunta se vuelve cada vez más común. En junio pasado, la Organización Mundial de la Salud (OMS) habló de un 80%, pero hoy no se atreve a dar cifras exactas.
La mañana de este miércoles, ante la pregunta de una periodista japonesa, tres especialistas de la OMS admitieron que el porcentaje requerido para lograr la “inmunidad de rebaño” sí sería más alto de lo previsto, pero evitaron dar cifras exactas ante lo complejo del tema.
“No hay un porcentaje, no hay una cifra definitiva para decir si sí o si no. Depende de cuán transmisible es el patógeno. Con covid-29 no sabemos”, recalcó Katherine O’brien, directora del Departamento de Inmunizaciones, Vacunas y Biológicos de la OMS.
La experta señaló que, por ejemplo, para la parotiditis (o paperas) se requiere del 75%,y para el sarampión, del 95%.
“Primero preocupémonos por vacunar a las personas que aún no han sido vacunadas antes de decir que queremos rebasar equis número”, manifestó O’brien.
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¿Qué es inmunidad de rebaño?
La inmunidad de rebaño, también llamada inmunidad de grupo o inmunidad colectiva, se da cuando, en una enfermedad infecciosa, tantas personas han recibido la vacuna o han sido infectadas que comienzan a proteger a quienes por alguna razón no han sido inoculados o la vacuna no les funcionó.
“Cuando se alcanza cierto nivel, los que no están vacunados y, por ende, susceptibles a infectarse, tendrían una protección indirecta”, explicó Mike Ryan, jefe de Emergencias de la OMS.
Para el emergenciólogo, no es posible dar una cifra exacta para llegar a esta condición, pues depende de la transmisibilidad del virus (lo cual puede fluctuar de una variante a otra), de la efectividad de la o las vacunas que se utilizan en cada población (no todas son iguales) y de las características generales de la dinámica de las personas en un lugar.
“No sabemos lo que sucederá a largo plazo. Lo que sabemos es que con variantes más transmisibles probablemente el porcentaje de población vacunada para proteger a los no vacunados será más alta a la pensada originalmente”, destacó.
Maria Van Kerkhove, jefe técnica de covid-19 de la OMS confirmó que las variantes más transmisibles sí representan un desafío en términos de lograr la inmunidad de grupo, pero no se aventuró a decir cuánto.
“Insistimos en la importancia de las vacunas, y por eso debemos compartirlas con quienes están en más riesgo en todo el mundo, pero no es lo único. Hacen falta medidas de salud pública como las mascarillas y evitar lugares cerrados y aglomeraciones; eso también ayuda”, subrayó la especialista.
De momento, los tres especialistas piden que quienes sí tienen acceso a la vacunación no desaprovechen este momento. No solo tendrán protección individual para no enfermarse gravemente o morir, sino que también contribuirán a construir la inmunidad colectiva.
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