La grasa abdominal es una de las preocupaciones más comunes, ya sea por razones estéticas o de salud. La experta en nutrición Lorena Balerio señala que los comentarios más habituales de quienes buscan su ayuda son: “Mis pantalones están más ajustados”, “Tengo más grasa en el abdomen” o “Me siento inflamada”.
Este tipo de acumulación, conocida como grasa visceral, rodea a los órganos internos y no solo afecta la apariencia física, sino que también aumenta el riesgo de enfermedades graves como problemas cardíacos, diabetes tipo 2 y presión arterial alta.
Incluso las personas delgadas, pero con acumulación de grasa en el abdomen, pueden enfrentar estos riesgos. Para ayudar a reducir esta grasa, Balerio recomienda seis claves prácticas que mejorarán tanto su figura como su salud:
1. Pequeños cambios en la dieta
Aunque no existen alimentos mágicos, hacer algunos ajustes en la alimentación puede ser muy útil para reducir la grasa corporal. Es importante disminuir el consumo de azúcares y cereales refinados, como el pan blanco, y priorizar opciones integrales, como la avena o el pan integral. Evitar las bebidas azucaradas y optar por agua o aguas saborizadas de forma natural también es un gran cambio.
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2. Aumentar la ingesta de proteínas
Las proteínas son esenciales para lograr mayor saciedad y consumir menos calorías. Se recomienda optar por carnes magras, como pollo y pescado, además de incluir huevos y proteínas vegetales como legumbres, que aportan fibra adicional.
3. Incluir más fibra
Una dieta rica en fibra prolonga la sensación de saciedad, lo que ayuda a reducir el consumo total de calorías. Aunque al principio puede causar hinchazón si no está acostumbrado a ella, el cuerpo se adapta rápidamente.
4. Evitar las grasas trans
Estas grasas, presentes en productos ultraprocesados como galletas, snacks y margarinas, aumentan la inflamación y los problemas cardíacos. Lo mejor es consumirlas solo de manera esporádica.
5. Consumir Omega-3
Las grasas saludables, como las que contienen el pescado, los mariscos, las semillas y el aceite de oliva, son clave para mejorar el metabolismo celular. Incluir pescado en la dieta al menos dos veces por semana y un puñado de frutos secos a diario es una forma efectiva de aumentar el Omega-3.
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6. Cambios en su rutina
Realizar ejercicio, especialmente una combinación de actividad cardiovascular y ejercicios de fuerza, es fundamental para reducir la grasa abdominal. Además, reducir los niveles de estrés ayuda a controlar la producción de cortisol, una hormona que puede fomentar la acumulación de grasa en el abdomen.
Reducir la grasa abdominal no tiene soluciones rápidas. Es un proceso que requiere constancia, compromiso y el apoyo de profesionales. Incorporar estos pequeños grandes cambios ayudará a mejorar la salud a largo plazo.
*La creación de este contenido contó con la asistencia de inteligencia artificial. La información fue proporcionada y revisada por un periodista para asegurar su precisión. El contenido no se generó automáticamente.