
La Red Internacional de Alerta de Asteroides (IAWN), coordinada por la ONU y la NASA, sigue de cerca el paso del cometa interestelar 3I/ATLAS, un objeto proveniente de fuera del sistema solar que se aproximó a la Tierra en diciembre como parte de una campaña científica global.
El cometa 3I/ATLAS alcanzará su punto más cercano al planeta el 19 de diciembre, cuando pasó a unos 270 millones de kilómetros de distancia. Aunque no representó ningún riesgo, su trayectoria despertó interés internacional por tratarse del primer objeto interestelar observado dentro de las campañas formales de la red desde 2017.
La información fue divulgada por el medio especializado Live Science, que dio seguimiento al trabajo de la Red Internacional de Alerta de Asteroides (IAWN, por sus siglas en inglés), una red que agrupa a más de 80 observatorios y científicos de todo el mundo dedicados al estudio de asteroides y cometas cercanos a la Tierra.
El objetivo principal de la investigación no fue emitir una alerta por peligro inminente, sino poner a prueba y fortalecer las capacidades técnicas para medir con mayor precisión la posición y el movimiento de estos cuerpos celestes, un proceso conocido como astrometría.
Según explicó a Live Science uno de los investigadores principales de la red, la campaña permitió evaluar nuevas técnicas de observación que podrían resultar clave para futuras misiones espaciales y para mejorar la detección temprana de objetos similares.
El carácter interestelar del cometa añadió un valor científico especial. A diferencia de otros objetos observados, 3I/ATLAS se originó fuera del sistema solar, lo que ofreció a los astrónomos una oportunidad poco común para estudiar material proveniente de otras regiones del espacio.
A pesar de su origen, los científicos señalaron que el cometa mostró un comportamiento típico, con presencia de gases como agua y dióxido de carbono, además de una coma activa, lo que facilitó su seguimiento y análisis comparativo con cometas conocidos.
Uno de los mayores retos técnicos fue medir con exactitud su posición, ya que el brillo cambiante y la expansión de la nube de gas y polvo alrededor del núcleo pueden dificultar los cálculos precisos de trayectoria.
La campaña también destacó por la amplia participación internacional, que incluyó observatorios grandes, pequeños y científicos ciudadanos. Más de 170 participantes se sumaron al inicio del proyecto, una cifra récord para este tipo de iniciativas, según datos divulgados por la red, detalló el medio.
Los resultados preliminares de la investigación se encuentran en proceso de análisis y se prevé su publicación en una revista científica revisada por pares en 2026, lo que permitirá compartir los aprendizajes con la comunidad científica global.
La Red Internacional de Alerta de Asteroides fue creada para mejorar la vigilancia de objetos cercanos a la Tierra, no solo con fines de defensa planetaria, sino también para avanzar en el conocimiento del entorno espacial que rodea al planeta.