
Un equipo internacional de investigadores presentó el mapa digital más extenso del sistema de carreteras del Imperio Romano, con un total de 299.171 kilómetros de rutas que atravesaban tres continentes. El estudio se publicó este jueves 6 de noviembre en la revista Scientific Data y representa una expansión significativa respecto al conocimiento anterior.
Este nuevo modelo, llamado Itiner-e, aumentó en 100.000 kilómetros la longitud estimada del sistema vial romano. Ese crecimiento se debió a hallazgos en zonas como la Península Ibérica, el norte de África y la región de Grecia, donde los caminos se encontraban subdocumentados o no aparecían en mapas anteriores.
El Imperio Romano, en su máximo esplendor, abarcó más de 55 millones de personas desde la actual Gran Bretaña hasta Egipto y Siria. Las vías romanas resultaban fundamentales para el control del imperio. Permitían el desplazamiento de ejércitos, bienes y población civil de manera eficiente.
Estas carreteras se construyeron con una infraestructura duradera y trazos rectos, lo que favoreció su conservación y posterior localización por medio de tecnologías modernas.
Tecnología aplicada a la historia
El equipo de investigación desarrolló el Itiner-e a partir de una combinación de datos arqueológicos, históricos y tecnológicos. Integraron mapas topográficos actuales, registros antiguos, imágenes satelitales y herramientas de teledetección para ubicar tramos desconocidos o mal documentados.
Una de las principales diferencias entre el Itiner-e y modelos anteriores, como el Atlas Barrington del Mundo Griego y Romano, es que el nuevo sistema refleja con mayor precisión el relieve geográfico real, incluyendo montañas y valles, lo que ofrece una visión más detallada del entorno en el cual se extendían estas rutas.
Clasificación y precisión de las rutas
Del total de rutas registradas:
- 103.478 kilómetros (34,58%) corresponden a carreteras principales, empleadas para fines militares, administrativos y comerciales.
- El resto conforma la red secundaria, usada para la movilidad local.
No obstante, los datos aún presentan limitaciones:
- Solo el 2,7% de las rutas posee ubicación exacta comprobada.
- El 89,8% se georreferenció con menor precisión.
- El 7,4% corresponde a rutas hipotéticas, que se incluyeron con base en referencias históricas y patrones viarios antiguos.
Estos resultados evidencian la necesidad de realizar más investigaciones arqueológicas en campo.
El mapa no representa los cambios ocurridos a lo largo del tiempo, sino que reconstruye la infraestructura en su estado más desarrollado, hacia el año 150 d. C..
Investigadores explicaron que el Itiner-e funcionará como un recurso valioso para arqueólogos, al señalar áreas con potencial de excavación y ayudar en la identificación de tramos aún no confirmados.
Además, señalaron que el modelo podría transformar la forma en que se estudian fenómenos como pandemias antiguas, migraciones masivas y la expansión de religiones en el mundo antiguo.
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*La creación de este contenido contó con la asistencia de inteligencia artificial. La fuente de esta información es de un medio del Grupo de Diarios América (GDA) y revisada por un editor para asegurar su precisión. El contenido no se generó automáticamente.
