
Desde mediados de setiembre, entre 200 y 600 cerdos se movilizan por la New Forest, una reserva ubicada en el sur de Inglaterra, como parte de una técnica medieval llamada pannage. Esta actividad consiste en permitir que los animales consuman bellotas, castañas y semillas de haya, lo cual evita que estos frutos —tóxicos para caballos y vacas— queden disponibles para otros animales.
La New Forest fue creada en 1079 por Guillermo el Conquistador y actualmente abarca aproximadamente 560 km². Allí se mantiene un uso ancestral de la tierra que combina manejo ambiental, cultura y sostenibilidad.
Durante el periodo de pannage, los cerdos reciben una argolla en el hocico para limitar que escarben en exceso. Además, son identificados. La temporada se abrió este año en setiembre debido a una cosecha excepcional de bellotas. Según autoridades del parque, finalizará el 28 de noviembre, aunque podría extenderse si la abundancia continúa.
Este tipo de manejo beneficia directamente a otras especies. Aunque las bellotas verdes (también llamadas acorns) son nutritivas para los cerdos, resultan altamente tóxicas para pónis y ganado bovino. Si estos últimos las consumen en exceso, pueden sufrir graves intoxicaciones.
La costumbre del pannage no solo previene estas muertes, sino que mejora la biodiversidad. Al remover semillas sobrantes y favorecer la descomposición del material orgánico, los cerdos promueven un mayor equilibrio ecológico.
En el siglo XIX, esta práctica alcanzó su punto más alto, con más de 6.000 cerdos involucrados. Hoy se mantiene gracias a un sistema de gestión ancestral encabezado por los verderers, responsables de autorizar y supervisar la actividad.
Durante este periodo, se advierte a los visitantes sobre los riesgos de conducir por las carreteras internas del bosque, ya que los cerdos no respetan señales de tránsito. Autoridades recomiendan mantener distancia, no alimentarlos y conducir con precaución.
Las bellotas, frutos del roble europeo, poseen una cáscara dura y una especie de “tapa” leñosa. Contienen taninos, sustancias que en grandes cantidades causan daños graves al sistema digestivo de especies como caballos y vacas.
Esta tradición, con más de 900 años de historia, representa una muestra de cómo la convivencia entre humanos, animales y naturaleza puede preservar el equilibrio sin recurrir a tecnologías modernas.
*La creación de este contenido contó con la asistencia de inteligencia artificial. La fuente de esta información es de un medio del Grupo de Diarios América (GDA) y revisada por un editor para asegurar su precisión. El contenido no se generó automáticamente.