Los tres funcionarios del Instituto de Acueductos y Alcantarillados (AyA) investigados por el aparente delito de circulación de sustancias envenenadas deberán cumplir con medidas cautelares, dictadas por el Juzgado Penal, la tarde de este 4 de setiembre.
A los imputados se les ordenó no acercarse, hablar, perturbar, amenazar a los testigos de esta causa, ya sea de forma personal o a través de terceras personas. No pueden hacerlo por medios de comunicación ni escritos ni digitales.
Además, se instruyó la reubicación inmediata de los encausados de apellidos Ramírez Sánchez y Quesada Cubillo a otro centro de trabajo, donde no tengan influencia con los testigos de la causa. Ellos laboran en la planta de tratamiento de Guadalupe, donde se originó la contaminación con xileno que afectó a vecinos de Goicoechea, Moravia y Tibás.
A los tres empleados del Instituto no se les atribuye haber contaminado el agua, pero sí haberla distribuido cuando estaba adulterada. Según las investigaciones, los tres funcionarios sabían que entre el 22 y 25 de enero se estaba entregando agua contaminada a la población.
“A pesar de los múltiples reportes de la ciudadanía de que el agua presentaba un fuerte olor y sabor a hidrocarburos, a pesar de las advertencias y un cierre preventivo por parte de algunos funcionarios de la planta, deciden seguir distribuyendo el líquido y le dijeron a la población que el agua podía ser potable“, destacó Luis Diego Hernández, coordinador de la Fiscalía Ambiental.
Según las pesquisas, al menos 30 personas resultaron con problemas respiratorios, males gastrointestinales e irritaciones en la piel producto de la contaminación.
Los xilenos son sustancias que pueden provocar irritaciones aéreas, tos, efectos a nivel cognitivo y sistema nervioso central en los seres humanos. Estos químicos son nocivos para la salud, aunque su toxicidad no llega a ser letal.
En busca de evidencia para la investigación, la Fiscalía Ambiental realizó allanamientos este martes 3 de setiembre en la planta potabilizadora de Guadalupe del AyA, en la oficina del Centro de Control Operacional de la Unidad Ejecutora Nacional (UEN) y en las oficinas centrales de la entidad, en Pavas.