
Un cáliz de cerámica con aproximadamente 2.000 años de antigüedad, descubierto en la costa de Alejandría, ha captado la atención de especialistas en historia y arqueología. La pieza, conocida como la “Taza de Jesús”, presenta una enigmática inscripción en griego antiguo que ha generado un intenso debate académico sobre su posible vínculo con el cristianismo primitivo.
El hallazgo se produjo en 2008, durante excavaciones submarinas realizadas en el antiguo puerto de Alejandría, cerca de la isla sumergida de Antirhodos, donde habría estado el palacio de Cleopatra. El equipo arqueológico fue liderado por el francés Franck Goddio, especialista en arqueología marina.
A pesar de la pérdida de una de sus asas, la pieza conserva un estado notable. En su superficie se puede leer la frase “DIA CHRSTOU O GOISTAIS”, cuya interpretación ha dividido a expertos.
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Inscripción polémica: ¿una alusión directa a Jesús?
Algunos investigadores sostienen que la inscripción podría traducirse como “Por Cristo, el cantor” o “El mago por medio de Cristo”. Según el teólogo Jeremiah Johnston, la taza podría datar del siglo 1, época cercana a la crucifixión de Jesús. Este académico afirmó que Jesús ya era conocido como sanador, hacedor de milagros y exorcista, por lo que su nombre pudo haberse invocado en contextos espirituales poco después de su muerte.
Para el arqueólogo Goddio, el cálice pudo haber sido utilizado en rituales de adivinación, frecuentes en Egipto. En estas ceremonias, se vertía aceite sobre agua para entrar en trance y consultar a entidades místicas.
En el siglo 1, Alejandría era un centro donde convivían el judaísmo, el paganismo y el cristianismo naciente, por lo que no resultaría extraño el uso del nombre de Jesús en prácticas sincréticas.
Interpretaciones contradictorias dividen a los especialistas
Sin embargo, no existe consenso académico sobre la relación entre la inscripción y Jesús. Según el medio Daily Mail, algunos expertos consideran que la palabra “Chrestos”, mencionada en el texto, pudo referirse a un nombre común de la época, especialmente entre miembros de una agrupación conocida como los Ogoistais.
El historiador Bert Smith, de la Universidad de Oxford, sostiene que el término podría aludir a una persona y no necesariamente al Cristo bíblico. Por su parte, Klaus Hallof, de la Academia de Berlín-Brandeburgo, considera que los Ogoistais habrían practicado cultos relacionados con dioses como Hermes, Atenea o Isis.
Otros especialistas han planteado significados más prácticos. El teólogo Steve Singleton indicó que la palabra griega chrêstos puede significar simplemente “bueno” o “amable”, lo que cambiaría el sentido de la inscripción a algo similar a “Dado por gentileza a los magos”.
Desde una visión funcional, György Németh, de la Universidad Eötvös Loránd en Hungría, propuso que la taza se usara para preparar ungüentos, y que el término chrêstos hiciera referencia a pomadas, no a una figura religiosa.
Posible impacto si se confirma vínculo con el cristianismo
De confirmarse que la inscripción alude a Jesús, esta taza se convertiría en la referencia arqueológica más antigua sobre su figura fuera de los textos bíblicos, con una antigüedad de solo unas décadas tras su muerte.
Este descubrimiento pondría a Alejandría como un posible centro temprano de difusión del cristianismo, donde distintas tradiciones religiosas se mezclaban en un contexto cultural complejo. La rápida circulación del nombre de Jesús, vinculado con milagros como curaciones, exorcismos o multiplicación de alimentos, podría haber influido en prácticas rituales en ciudades fuera de Judea.
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*La creación de este contenido contó con la asistencia de inteligencia artificial. La fuente de esta información es de un medio del Grupo de Diarios América (GDA) y revisada por un editor para asegurar su precisión. El contenido no se generó automáticamente.