
Una hormiga que vive en el sur de Europa sorprendió a la comunidad científica por su forma de reproducción. La especie Messor ibericus, conocida como hormiga cosechadora ibérica, no solo necesita a otra especie para subsistir, sino que la produce dentro de su propio nido.
Según un nuevo estudio publicado en Nature, esta es la primera vez que se documenta un caso en la naturaleza en el que un animal da origen a individuos de otra especie de forma obligatoria.
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Este fenómeno ocurre mediante un proceso llamado clonación cruzada entre especies, en el que una reina de M. ibericus produce machos idénticos a otra especie de hormiga, llamada Messor structor. Estos machos no comparten el genoma de su madre, pero nacen de sus huevos y son esenciales para que la colonia pueda generar obreras, que son híbridas de ambas especies.
Un ciclo reproductivo sin precedentes
A diferencia de la mayoría de los animales, las reinas de M. ibericus no pueden formar colonias si no cuentan con el esperma de machos M. structor, ya que ese es el único modo de generar obreras.
Para garantizar esta fuente de esperma, ellas mismas crean machos de M. structor, sin cruzarse con ningún ejemplar de esa especie. Este hallazgo desconcierta porque los machos clonados no heredan genes nucleares de su madre, aunque sí su ADN mitocondrial.
Este mecanismo combina dos formas de reproducción poco comunes: la hibridación obligatoria y la androgénesis. En esta última, los machos nacen únicamente con el material genético del padre, como si el óvulo materno solo actuara como recipiente.
La clave está en los machos
Los investigadores analizaron 390 hormigas de cinco especies distintas, incluidas M. ibericus y M. structor. En las colonias de M. ibericus, hallaron dos tipos de machos: unos peludos, propios de su especie, y otros completamente lampiños, idénticos en morfología y genética a M. structor. Los análisis demostraron que ambos nacieron de la misma reina.
En pruebas de laboratorio, incluso cuando no había machos presentes, las reinas seguían produciendo huevos que contenían solo ADN de M. structor. Durante 18 meses, una sola reina fue observada produciendo machos de ambas especies, confirmando que ella misma da origen a los ejemplares de los que luego depende.
Una estrategia evolutiva que imita la domesticación
Este descubrimiento sugiere que las hormigas M. ibericus “domesticaron” a M. structor dentro de su propio ciclo reproductivo. En lugar de depender del contacto con colonias externas, las reinas perpetúan una línea clónica de machos M. structor que viven dentro de sus propios nidos.
La evidencia indica que esta línea clónica tiene muy poca diversidad genética y una alta carga de mutaciones, un patrón típico de organismos clonales o domesticados. Además, estos machos presentan diferencias físicas notables, como la ausencia de vello, lo que los distingue no solo de sus padres originales, sino también de sus equivalentes “salvajes”.
Implicaciones del hallazgo
Este modelo reproductivo ofrece una ventaja significativa: permite a M. ibericus colonizar nuevas zonas sin depender de la presencia de M. structor. De hecho, se han encontrado colonias híbridas en regiones donde no existen poblaciones naturales de M. structor, lo que demuestra una capacidad de expansión inusual en el mundo animal.
El hallazgo plantea nuevas preguntas sobre los límites de la reproducción entre especies y abre una ventana a estudiar cómo algunas formas de parasitismo sexual pueden evolucionar hasta convertirse en sistemas reproductivos funcionales y estables.