
Científicos identificaron una nueva especie de mariquita en las dunas del río São Francisco, en el norte del estado de Bahía, Brasil. El insecto fue bautizado como Mada gregaria y representa el primer registro del género Mada en la caatinga, uno de los biomas semiáridos más extensos de Sudamérica.
La especie habita en las Dunas del São Francisco, ubicadas entre los municipios de Casa Nova y Pilão Arcado. El hallazgo estuvo a cargo de investigadores del Centro de Conservación y Manejo de Fauna de la Caatinga (Cemafauna), adscrito a la Universidad Federal del Valle del São Francisco.
La descripción taxonómica y biológica de la mariquita apareció en la revista científica Annales de la Société entomologique de France. El estudio incluyó observaciones sobre su morfología, comportamiento y relación con el entorno natural.
La Mada gregaria presenta un cuerpo ovalado y coloración amarillenta. A diferencia de otras mariquitas conocidas, no tiene manchas en el dorso. Los investigadores señalaron que las márgenes laterales más claras constituyen un rasgo distintivo dentro de su grupo. En el caso de los machos, las estructuras genitales específicas permitieron confirmar la diferenciación taxonómica frente a especies similares.
Durante el trabajo de campo, el equipo científico documentó hábitos de reproducción y alimentación. También observó un comportamiento compatible con una estrategia de dormancia adaptada, lo que podría favorecer la supervivencia de la especie en períodos de escasez de recursos propios del clima semiárido.
El estudio registró además un hecho inédito. Por primera vez se documentó la asociación entre una mariquita herbívora de la tribu Epilachnini y una planta de la familia Loganiaceae. La Mada gregaria utiliza como planta hospedera la Strychnos rubiginosa, conocida en la región como capitán o bacupari.
El profesor Benoit Jean Bernard Jahyny, coautor de la investigación, explicó que el valor del hallazgo no se limita a la identificación de una nueva especie. El registro de su biología, comportamiento gregario y vínculo con una planta poco estudiada amplió el conocimiento sobre las adaptaciones ecológicas de estos insectos. También resaltó la importancia de las investigaciones de campo en ambientes semiáridos, donde persiste un amplio patrimonio biológico aún por conocer.
*La creación de este contenido contó con la asistencia de inteligencia artificial. La fuente de esta información es de un medio del Grupo de Diarios América (GDA) y revisada por un editor para asegurar su precisión. El contenido no se generó automáticamente.
