
Un nuevo avance médico ofrece esperanza a personas adultas mayores que enfrentaban una pérdida severa de visión por Degeneración Macular Relacionada con la Edad (DMRI). Un estudio científico reveló que un implante en la retina, en conjunto con lentes inteligentes, permitió a los pacientes recuperar parcialmente la capacidad de leer y distinguir formas.
Los resultados se publicaron el 20 de octubre en The New England Journal of Medicine. El experimento incluyó a 32 adultos mayores de 60 años, todos con etapas avanzadas de DMRI. Este padecimiento representa una de las principales causas de pérdida visual a nivel global.
Tecnología que transforma imágenes en señales eléctricas
El sistema, conocido como PRIMA, fue desarrollado por investigadores de la Universidad Stanford, en Estados Unidos. El dispositivo consiste en un microchip de 2 x 2 milímetros, implantado en el fondo del ojo. Este chip no requiere batería, ya que funciona con energía solar.
Los lentes, que acompañan al chip, incorporan una cámara de alta definición. Esta cámara capta imágenes del entorno y las proyecta en luz infrarroja sobre el chip.
Al recibir esa luz, el implante convierte las imágenes en señales eléctricas, que luego son procesadas por las neuronas de la retina y enviadas al cerebro. Así, el sistema logra reconstruir una porción de la visión perdida.
Visión restaurada sin interferir con la periférica
Una característica clave del sistema es que usa luz infrarroja, la cual resulta invisible al ojo humano. Esto permite que las personas mantengan su visión periférica natural, si aún la conservan, mientras utilizan la visión protésica generada por el implante.
Durante el ensayo, 27 de los 32 pacientes lograron leer nuevamente tras un año de uso del dispositivo. Los participantes mejoraron en promedio cinco líneas en los exámenes de agudeza visual. Varios pasaron de ver únicamente siluetas a poder reconocer patrones, figuras y letras.
Efectos secundarios leves y mejoras previstas
A pesar de que dos tercios de los participantes experimentaron efectos secundarios, como aumento temporal en la presión ocular, los investigadores indicaron que los beneficios superaron los riesgos.
La visión restaurada actualmente es en escala de grises, pero el equipo trabaja en un nuevo software que amplíe esa escala y mejore el reconocimiento facial. Además, planean aumentar la resolución del chip, que hoy está limitada por el tamaño de los píxeles.
Estudios en animales apuntan a que futuras versiones del sistema podrían alcanzar una nitidez visual de 20/20, si se incluye una opción de zoom electrónico.
*La creación de este contenido contó con la asistencia de inteligencia artificial. La fuente de esta información es de un medio del Grupo de Diarios América (GDA) y revisada por un editor para asegurar su precisión. El contenido no se generó automáticamente.