
Un sarcófago romano sellado desde el siglo IV fue abierto recientemente por un equipo de arqueólogos en Budapest, Hungría. El hallazgo ocurrió en el distrito de Óbuda, zona que en la antigüedad formaba parte de Aquincum, una de las ciudades clave del Imperio romano en la provincia de Panonia.
Dentro del sarcófago se encontró el esqueleto de una mujer joven, acompañado por un ajuar funerario lujoso compuesto por dos piezas de vidrio intactas, figuras de bronce, una joya de ámbar, un pasador de hueso para el cabello, restos de tela con hilos de oro y 140 monedas. Según explicaron los expertos, estos objetos fueron colocados por sus familiares como parte de las tradiciones de acompañamiento en el más allá.
El sepulcro permaneció cerrado herméticamente durante más de 1.700 años. Su tapa estaba fijada con grapas metálicas y plomo fundido, lo cual impidió que fuera saqueado con el paso del tiempo. La integridad del conjunto funerario lo convierte en uno de los descubrimientos más significativos de los últimos años en Hungría.
Rastro de una antigua ciudad romana
El lugar del hallazgo forma parte del sitio arqueológico de Aquincum, fundado originalmente por los celtas Eravisci y luego convertido en complejo militar y urbano por los romanos. En su auge, a finales del siglo II, la ciudad llegó a tener unos 30.000 habitantes. Contaba con anfiteatros, templos, baños públicos, acueductos y un palacio de gobierno.
Aquincum se ubicaba a menos de 1,6 kilómetros del Limes del Danubio, antigua frontera militar romana a lo largo del río Danubio. La zona donde apareció la tumba había sido abandonada en el siglo III y se utilizó posteriormente como cementerio. El sarcófago monumental fue localizado junto a ocho sepulturas más simples, lo que acentúa su carácter excepcional.
Según los investigadores, el sarcófago no había sido utilizado antes y fue fabricado exclusivamente para esta joven, algo poco común en el siglo IV, ya que era habitual reutilizar sarcófagos antiguos. El tamaño y la calidad de la estructura indican que pertenecía a una familia de alto poder adquisitivo.
Más pistas dentro del sarcófago
Cuando los arqueólogos retiraron la tapa con maquinaria especializada, observaron una capa de lodo de aproximadamente cuatro centímetros que se había filtrado con el tiempo. Este material será tamizado cuidadosamente, ya que podría contener más objetos, como adornos personales o joyas pequeñas.
El descubrimiento ha tenido también un efecto emocional entre los especialistas. La arqueóloga a cargo del proyecto comentó que la tumba demuestra el afecto con que fue despedida la joven, y que imaginar la pena de sus seres queridos genera gran impacto entre los investigadores.
Los restos óseos y los objetos hallados serán sometidos a análisis en el Museo de Historia de Budapest. Allí, un equipo realizará estudios para conocer detalles sobre la edad, el estado de salud, la procedencia y los hábitos de vida de la difunta.
Cada pieza extraída de la tumba aportará información clave para entender cómo vivían las personas en los márgenes del Imperio romano durante el periodo de transición que caracterizó el siglo IV.
*La creación de este contenido contó con la asistencia de inteligencia artificial. La fuente de esta información es de un medio del Grupo de Diarios América (GDA) y revisada por un editor para asegurar su precisión. El contenido no se generó automáticamente.
