
Científicos de la Universidad de Cambridge, en el Reino Unido, desarrollaron en laboratorio una estructura similar a un embrión humano que produjo células sanguíneas de forma autónoma.
El hallazgo abre nuevas rutas en la medicina regenerativa personalizada y mejora la comprensión de las primeras etapas del desarrollo humano.
La investigación fue publicada este lunes 13 de octubre en la revista Cell Reports. El equipo logró que estas estructuras generadas a partir de células madre formaran glóbulos rojos y blancos, sin necesidad de óvulos ni espermatozoides.
Estructuras creadas sin fecundación
Los científicos partieron de células madre humanas. Estas pueden generarse a partir de cualquier célula del cuerpo. Con ese material, construyeron en laboratorio una estructura que imitó procesos embrionarios entre la tercera y cuarta semana de gestación.
En pocos días, la estructura logró formar las tres capas germinativas fundamentales: ectodermo, mesodermo y endodermo.
El día 8, observaron células cardíacas que comenzaron a pulsar. Para el día 13, aparecieron puntos rojos visibles a simple vista, señal clara de que se estaban generando células sanguíneas funcionales.
Avance en terapias regenerativas
Las células producidas por esta estructura lograron diferenciarse en varios tipos celulares, como glóbulos rojos, encargados del transporte de oxígeno, y glóbulos blancos, esenciales para el sistema inmunológico.
El equipo resaltó que, si bien el proceso todavía se encuentra en etapas iniciales, representa un paso importante hacia tratamientos basados en células madre del propio paciente. Esto podría eliminar el riesgo de rechazo en procedimientos como el trasplante de médula ósea.
Además, el modelo permite investigar cómo se forman las células sanguíneas durante la embriogénesis, lo cual sería útil para estudiar enfermedades hematológicas, como la leucemia, y en el desarrollo de nuevos fármacos.
Para garantizar que la estructura no tuviera potencial de convertirse en un feto, los investigadores excluyeron deliberadamente los tejidos que forman la placenta y el saco vitelino, así como los necesarios para el desarrollo cerebral.
De este modo, el modelo solo recreó partes específicas del embrión humano, enfocadas en entender su desarrollo y generar tejidos útiles para tratamientos médicos.
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