
Una ciudad precolombina con 1.200 años de antigüedad salió a la luz en la comunidad de El Carmen, municipio de Xochistlahuaca, en el estado mexicano de Guerrero.
El hallazgo corresponde al sitio arqueológico Paso Temprano, también conocido como Corral de Piedra, ubicado en la Costa Chica de Guerrero. La información fue divulgada por el Instituto Nacional de Antropología e Historia (INAH) el 15 de octubre.
El lugar perteneció a una sociedad que habitó entre los años 650 y 950 d. C., durante el periodo Epiclásico. Las estructuras revelan zonas habitacionales, defensivas y ceremoniales, además de una cancha para juegos de pelota y una red de murallas construidas en un entorno montañoso.
Según especialistas del INAH, la preservación del sitio es notable. Los arqueólogos Miguel Pérez Negrete y Cuauhtémoc Reyes Álvarez detallaron que aún se observan los corredores, muros, habitaciones y vestíbulos, lo cual permite comprender cómo se organizaban los espacios de vivienda y ceremoniales.
El asentamiento ocupa más de 1,2 kilómetros de extensión y se construyó sobre cristas y colinas, lo cual dificultó el acceso. A medida que se ascendía, se identificaban diferentes sectores arquitectónicos.
En la parte baja se encontraron estructuras aisladas, mientras que más arriba se ubicaban áreas conocidas como Pueblo Viejo, donde se conservaron rastros de viviendas.

En una parte alta del asentamiento se halló una cancha de juego de pelota en forma de “L”, con 49 metros de largo por 8 de ancho. En los extremos se aprovecharon promontorios naturales, parcialmente revestidos con muros de piedra. Esta cancha se sitúa dentro de un sector ceremonial, rodeado de corredores angostos, desfiladeros y zonas de control.
En el extremo oriental del sitio se descubrió un gran salón de 4,5 por 11 metros, una estela lisa que pudo funcionar como altar y varias estructuras adicionales. La disposición de las piedras muestra un mayor detalle en esta área, lo cual sugiere un espacio de uso especial.
Las edificaciones se levantaron con el sistema constructivo conocido como “paramento mixteco”, que utiliza bloques verticales intercalados con lajas pequeñas. Este tipo de técnica también se observa en la Zona Arqueológica de Tehuacalco.

Aunque comunidades nahuas conocían la existencia del sitio y lo llamaban Ciudad Antigua, no se ha determinado con exactitud quiénes fueron sus constructores. Existen indicios de que los mixtecos y los amuzgos ocuparon el área hacia el final del periodo prehispánico.
Debido a su posición estratégica sobre colinas y peñascos, se presume que el asentamiento tenía fines defensivos. Los investigadores consideran que los ocupantes reforzaron esta ventaja natural mediante la construcción de murallas.
El arqueólogo Pérez Negrete destacó que las futuras investigaciones podrían definir una cultura arqueológica local, cuyo desarrollo se habría dado entre el Epiclásico y el Posclásico Inicial en esta región del actual estado de Guerrero.
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