
Un equipo de científicos reveló un nuevo método que explicaría cómo los habitantes de la Isla de Pascua trasladaron los Moai, las emblemáticas estatuas de piedra que caracterizan este remoto territorio ubicado a 3.510 kilómetros de Chile continental.
El hallazgo fue realizado por investigadores de la Universidad de Binghamton y la Universidad de Arizona, quienes lograron recrear el movimiento de las estatuas con un modelo tridimensional. Los resultados permitieron validar una antigua hipótesis sobre su desplazamiento, lo que acerca a los expertos a resolver uno de los mayores misterios arqueológicos de la historia del Pacífico.
Las estatuas Moai fueron talladas por el pueblo indígena Rapa Nui entre los años 1.250 y 1.500. En promedio miden cerca de cuatro metros de alto y pesan entre 10 y 14 toneladas. Aunque representan el cuerpo completo, muchas de ellas quedaron enterradas parcialmente con el paso del tiempo, lo que hizo que se les conociera popularmente como “cabezas de Isla de Pascua”.
Este conjunto escultórico supera las 1.000 piezas y está distribuido a lo largo de la costa. Fue creado para rendir tributo a los ancestros del pueblo Rapa Nui y actualmente está protegido como Patrimonio de la Humanidad por la Unesco.
Pruebas reveladoras
Durante décadas se debatieron múltiples teorías sobre cómo las estatuas llegaron a sus posiciones finales. Algunas hipótesis indicaban que fueron transportadas en posición horizontal, pero esa opción requería una fuerza física casi imposible de lograr, especialmente considerando que algunos Moai alcanzan hasta 80 toneladas.
El equipo de investigación probó un nuevo modelo: mover las estatuas en posición vertical mediante cuerdas, utilizando un movimiento de balanceo lateral. Esta maniobra, según explicaron, facilitaba el desplazamiento con menos esfuerzo y menos personas involucradas.
Los científicos construyeron una réplica de 4,35 toneladas y lograron moverla 100 metros en solo 40 minutos, con la participación de 40 personas. Este experimento respaldó la teoría de que las estatuas podían “caminar” gracias a la forma de su base, que tiene diseño en forma de D, lo que permite su oscilación de lado a lado.
Implicaciones del descubrimiento
Con base en simulaciones digitales y experimentos prácticos, los investigadores concluyeron que las características físicas de los Moai no eran aleatorias, sino diseñadas para facilitar su traslado. Además, plantearon que los caminos tallados en la isla estarían relacionados con este proceso, al permitir múltiples rutas de movimiento en secuencias planificadas.
Este avance representa una contribución clave al conocimiento sobre la ingeniería ancestral del pueblo Rapa Nui y ofrece pistas más claras sobre cómo estos monumentos llegaron a formar parte del paisaje único de la isla.
*La creación de este contenido contó con la asistencia de inteligencia artificial. La fuente de esta información es de un medio del Grupo de Diarios América (GDA) y revisada por un editor para asegurar su precisión. El contenido no se generó automáticamente.