
Una embarcación naufragada hace más de un milenio fue localizada con su carga original de cerámicas completamente preservada en el fondo do mar, frente a la costa de Sicilia, Italia.
El hallazgo forma parte de la misión arqueológica subacuática Relitto delle Olle, liderada por la Superintendencia del Mar de la región siciliana. La embarcación había sido identificada en 2019, pero una reciente etapa de exploración permitió obtener datos inéditos sobre su estructura, dimensiones y orientación.
El naufragio corresponde a la época de la Antigüedad Tardía y se encuentra a varios metros de profundidad. Según los investigadores, el barco medía entre 15 y 18 metros de largo, con un ancho estimado de 5 a 6 metros, proporciones que coinciden con rutas de comercio regionales activas en esa etapa histórica.
Carga cerámica en estado excepcional
Durante la última serie de inmersiones, los arqueólogos localizaron nuevas piezas destacadas, como un vaso acromático con una sola asa, posiblemente utilizado como caldera, y un pote del mismo tipo, equipado con dos asas y tapa.
Estas piezas se suman a una colección significativa de objetos cerámicos que lograron escapar a daños causados por redes de arrastre, corrientes marinas y extracciones ilegales.
Los expertos utilizaron tecnología tridimensional y limpieza estratigráfica para avanzar en la documentación del sitio. Con ello lograron establecer la orientación exacta del barco y refinar la estimación de su tamaño, lo cual ayudará a reconstruir cómo estaba organizada su carga a bordo.
Investigación activa desde 2019
El naufragio fue identificado por primera vez en 2019, cuando un grupo de buzos trabajaba en la documentación de antiguos cables telegráficos sumergidos. Fue en ese momento que se detectaron vestigios cerámicos. Dos años después, en 2021, se confirmó que los restos pertenecían a un cargamento compuesto por cuatro módulos distintos de vasijas y tapas, datados entre los siglos V y VI d. C.
A partir de ese momento, la Superintendencia autorizó la recuperación de algunos artefactos. Entre ellos se encuentran dos jarros, tres tapas y una tetera de una sola asa. Si bien solo se han encontrado fragmentos de madera, los arqueólogos creen que parte del casco podría permanecer enterrado bajo el peso de cientos de vasijas apiladas.
Actualmente, los investigadores centran sus esfuerzos en mapear la disposición original del cargamento. Este análisis es clave para reconstruir las características internas del navío y entender mejor el tipo de comercio que realizaba al momento del hundimiento.
*La creación de este contenido contó con la asistencia de inteligencia artificial. La fuente de esta información es de un medio del Grupo de Diarios América (GDA) y revisada por un editor para asegurar su precisión. El contenido no se generó automáticamente.
