
El X-59, un avión supersónico experimental de la NASA, se prepara para su primer vuelo con el objetivo de conectar Nueva York y Londres en cerca de cuatro horas, la mitad del tiempo que tardan los vuelos comerciales actuales, según informó el Daily Mail.
Este modelo forma parte de la misión Quesst, un proyecto que pretende transformar el transporte aéreo con vuelos silenciosos a velocidad supersónica. La aeronave ya completó varias pruebas clave en tierra y ahora se encuentra en la fase final de ensayos de seguridad.
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El X-59 destaca por su diseño aerodinámico. Posee un fuselaje alargado y alas estrechas que permiten dispersar las ondas de choque, lo que evitaría los tradicionales y ruidosos estallidos sónicos. En su lugar, produciría un leve golpe sonoro, similar al cierre de una puerta de automóvil a lo lejos.
Este desarrollo busca eliminar la prohibición que pesa desde hace más de 50 años sobre los vuelos supersónicos de pasajeros sobre territorio estadounidense. La NASA busca reemplazar los límites de velocidad por límites de sonido, lo que permitiría nuevas rutas comerciales en el futuro.
El 18 de agosto, el equipo técnico del proyecto realizó una prueba fundamental en Palmdale, California, dentro de la planta Air Force Plant 42.
Los ingenieros trabajaron con hidracina, una sustancia corrosiva que actúa como sistema de respaldo para encender el motor en vuelo. La evaluación fue clave para validar la seguridad del sistema.
En julio, el avión realizó pruebas a baja velocidad, desplazándose por primera vez bajo su propia potencia. Según la NASA, estas pruebas confirmaron la estabilidad y control de la aeronave, reforzando la confianza del equipo en la funcionalidad del aparato.
Así será el primer vuelo del X-59
La aeronave medirá 30,4 metros de largo y tendrá una envergadura de 9 metros. Durante su primer vuelo, el X-59 volará a 386 km/h a baja altitud, para evaluar la integración de los sistemas. Después, comenzará la fase de ensayos supersónicos, que lo llevarán a romper la barrera del sonido.
Se proyecta que el X-59 alcance velocidades de 1.600 km/h, lo cual acortaría el viaje transatlántico a 3 horas con 44 minutos, en comparación con las 7 u 8 horas habituales. La NASA planea que esta tecnología permita vuelos más rápidos sin generar molestias acústicas a la población.
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*La creación de este contenido contó con la asistencia de inteligencia artificial. La fuente de esta información es de un medio del Grupo de Diarios América (GDA) y revisada por un editor para asegurar su precisión. El contenido no se generó automáticamente.