
Preparar platillos como salmón o róbalo en casa suele dejar un aroma persistente que se extiende más allá de la cocina. Existen, sin embargo, métodos caseros que ayudan a reducir o eliminar ese olor sin afectar la rutina del hogar.
Uno de los procedimientos más utilizados consiste en sumergir el pescado en leche antes de cocinarlo. Esta práctica reduce la intensidad del olor durante la cocción, según recomienda el sitio especializado HomeCenter. El alimento debe permanecer en remojo cerca de cuarenta minutos.
Otra medida consiste en ventilar el hogar desde el momento en que inicia la preparación. Abrir las ventanas de distintos espacios permite que el olor se disperse hacia el exterior. Se desaconseja encender ventiladores, porque podrían propagarlo por toda la vivienda.
El uso de canela también es común para combatir olores fuertes. Hervir agua con clavos de olor durante diez minutos genera un aroma que neutraliza los residuos que deja la cocción del pescado. Algunas personas colocan canela en una bandeja dentro del horno para intensificar el efecto.
Otra alternativa es recurrir al vinagre blanco, reconocido como neutralizante natural. Hervir cuatro tazas de agua con un cuarto de taza de vinagre ayuda a absorber el olor. Cuando la mezcla se enfría, puede utilizarse en un atomizador para limpiar superficies como mesones y azulejos.
En el caso de los utensilios, una mezcla de limón con bicarbonato de sodio permite eliminar el olor de sartenes u ollas. El limón también puede sustituir a la canela o al vinagre en la preparación de agua hervida para aromatizar la cocina.
Estas recomendaciones facilitan la reducción de olores intensos sin recurrir a productos industriales y pueden aplicarse en cualquier momento, según las necesidades del hogar.