Hasta este 16 de enero, Costa Rica se encuentra cerca de un chorro de partículas en movimiento que dejó atrás un asteroide y al entrar en la atmósfera, brillan como estrellas fugaces. Son las cuadrántidas y se vislumbran como la mejor lluvia de meteoros del 2022.
Este espectáculo celeste gozará en el país de condiciones ideales para observarse porque suceden en Luna Nueva (este domingo 2 de enero) y durante la época seca cuando hay menos nubosidad. Sin embargo, su pico sucede durante la jornada diurna de este lunes 3 de enero para nuestra región, según explicó Alejandra León Castellá, directora de Fundación Cientec, de la Academia Nacional de Ciencias.
Se esperan alrededor de 75 meteoros por hora en el pico (en todo el cielo) pero el máximo es corto y este paso de meteoros normalmente no deja rastros luminosos persistentes, aunque sí produce bólidos brillantes.
Por ello, León Castellá recomendó observar las cuadrántidas en las noches vecinas del 2-3 y 3-4 de enero en sitios alejados de luces y horizonte amplio como playas, picos altos de montañas o miradores donde no hayan obstáculos como edificios, árboles o bases de montañas. Además, brindó consejos específicos para observarlas.
Amanecer del 3 de enero: La sugerencia es observar avanzada la madrugada como a las 2 a. m. hasta el amanecer cuando habrá más actividad por dos razones: la radiante está más alta en el cielo (sale a la 1:12 a. m.) —la dirección aparente desde la que parecen irradiarse sobre la bóveda celeste los meteoros de la lluvia—, y por la posición del país, Costa Rica estará más cerca del pico que sucederá ese día. De todos modos, aseguró, pueden verse algunos meteoros después de medianoche.
Noche del 3 al 4 de enero: El pico para Costa Rica sucede durante el día a las 2 p. m. del 3 de enero (20:00 UT del 3 enero), por lo cual se recomienda observar alrededor de la 1 a. m. en adelante (salir a la 1:10 a. m.). Puede ser que desde la medianoche también se puedan ver meteoros rasantes en el horizonte por encontrarse la radiante debajo.
Las partículas son hijas del Asteroide 2003 EH1, que orbita el Sol cada 5,52 años. Posiblemente es un “cometa muerto” o un “cometa rocoso” como lo discuten en astronomía, comentó Robert Lunford de Imo.net.
León Castellá agregó que los meteoros de esta familia parecen salir de una región del cielo situada en la constelación de Bootes, el Boyero, pero conservan el nombre de una constelación anterior, Quadrans Muralis (cuadrante mural), la cual no se incorporó en 1922 cuando la Unión Astronómica Internacional emitió el listado de las constelaciones que hoy dividen el cielo: 88 en total.
El Cuadrante, al cual se refería la constelación antigua que no fue incorporada en 1922, era un instrumento junto con el octante y el sextante utilizados para observar la posición de las estrellas y herramientas clave en la navegación.
La directora de Cientec opinó que es una “lástima” que no se haya mantenido como constelación, como sí ocurrió con otros instrumentos, los cuales sí se aceptaron entre las 88 constelaciones actuales, como son Antlia (la bomba de agua), Caelum (herramienta para gravar), Circinus (el compás), Horologium (el reloj) y Libra (la balanza).
Otras herramientas son la Lyra (el instrumento musical), Microscopium, Norma (la escuadra del carpintero), Octans (el octante), Pictor (el Caballete del Pintor), Pyxis (el compás), Reticulum (la retícula), Sextans, Telescopium, Triangulum y Triangulum Australe; entre algunas de las constelaciones.