
Un estudio científico descubrió por qué ciertas aves pueden imitar con precisión los sonidos electrónicos de R2-D2, el famoso droide de Star Wars, mientras que otras, con cerebros más grandes, fallan en el intento.
La investigación, publicada en la revista Scientific Reports, comparó la capacidad vocal de nueve especies de pericos y estorninos para replicar los complejos sonidos del personaje robótico. El análisis fue realizado por expertos de la Universidad de Ámsterdam y de la Universidad de Leiden, en Países Bajos.
Con la ayuda de una red global de voluntarios del Bird Singalong Project, los investigadores recopilaron 115 videos de aves imitando sonidos tanto simples como multifónicos, aquellos con varios tonos simultáneos, como los que emite el droide R2-D2.
Los hallazgos mostraron que las especies más pequeñas, como periquitos y cacatúas, lograron reproducir estos sonidos con mayor precisión. En cambio, pericos de mayor tamaño, pese a tener estructuras cerebrales más desarrolladas, obtuvieron peores resultados al imitar los sonidos del robot.
El análisis identificó una relación entre la precisión vocal y la anatomía cerebral. Las aves con regiones cerebrales centrales más grandes y periféricas más pequeñas imitaron sonidos monofónicos con mayor eficacia que aquellas con cerebros más grandes y núcleos periféricos amplios.
Este hallazgo permitió una comparación inédita entre múltiples especies frente a los mismos sonidos complejos, abriendo nuevas líneas de investigación sobre la evolución de la comunicación vocal en los animales.
La siringe marcó la diferencia en sonidos complejos
Los estorninos se destacaron al replicar sonidos multifónicos, gracias a una particularidad anatómica: su siringe —órgano vocal de las aves— tiene dos fuentes sonoras independientes. Esto les permite emitir varios tonos al mismo tiempo.
Por el contrario, los pericos, al igual que los humanos, solo pueden producir un tono a la vez, lo que limita su capacidad para imitar sonidos complejos como los del personaje de ciencia ficción.
El interés por el talento vocal de las aves no es nuevo. En plataformas como YouTube e Instagram abundan videos virales de pericos y estorninos imitando a R2-D2, algunos con millones de visualizaciones.
Incluso existen tutoriales diseñados para entrenar a las aves, que repiten sonidos del droide y hacen pausas estratégicas para facilitar el aprendizaje. Esta tendencia ha unido la ciencia, el entretenimiento y la observación del comportamiento animal de una forma inesperada.
El reto sonoro que plantea R2-D2
La “voz” de R2-D2, diseñada por el ingeniero Ben Burtt, combina tecnología de síntesis modular con un modulador en anillo, lo que genera sonidos multitonal difíciles de imitar incluso para aves con gran capacidad vocal.
La investigación concluyó que, además del tamaño del cerebro, la flexibilidad anatómica y el comportamiento exploratorio son claves en la imitación vocal. Así, aves pequeñas continúan sorprendiendo a la ciencia y a los fanáticos de la cultura pop con su talento para replicar voces artificiales.
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*La creación de este contenido contó con la asistencia de inteligencia artificial. La fuente de esta información es de un medio del Grupo de Diarios América (GDA) y revisada por un editor para asegurar su precisión. El contenido no se generó automáticamente.
