
Una investigación internacional descubrió una población desconocida que vivió durante milenios en el centro de Argentina, una región que nunca había sido considerada en los estudios genéticos sobre las migraciones antiguas en América del Sur.
Los hallazgos aparecieron en la revista Nature y surgieron tras el análisis del ADN de 238 individuos que habitaron esas tierras durante los últimos 10.000 años. La secuenciación reveló un linaje genético completamente nuevo, con una sorprendente estabilidad a lo largo de 8.500 años, sin grandes alteraciones ni sustituciones por otras poblaciones vecinas.
Una zona sin registrar en el mapa genético
El equipo estuvo conformado por arqueólogos, genetistas y curadores de museos en Argentina. Los investigadores extrajeron ADN de restos humanos preservados en colecciones arqueológicas y lograron completar secuencias que llenan un vacío en la historia genética del continente.
Según explicó uno de los científicos del estudio, la región central de Argentina estaba completamente subrepresentada en investigaciones anteriores. Esto generaba dudas sobre si sus antiguos habitantes provenían de mezclas entre poblaciones vecinas de los Andes, la Amazonía o la Patagonia.
El análisis permitió identificar un cuarto grupo genético. Se trató de una población que permaneció aislada por miles de años, sin mezcla directa con otros linajes principales de América del Sur.
Este grupo habitó una vasta planicie sin barreras geográficas, lo que hizo aún más llamativo su aislamiento. Las personas conservaron su linaje incluso frente a periodos de sequía extrema ocurridos entre hace 6.000 y 4.000 años, y pese a las influencias culturales de grupos vecinos.
Aunque en otros continentes las migraciones y cambios culturales solían implicar reemplazos poblacionales, en este caso, la continuidad genética persistió. Se detectaron evidencias de contacto con otras poblaciones, pero las mezclas ocurrieron solo en los límites del territorio, no en su núcleo.
Los investigadores concluyeron que, a pesar de las influencias externas, los antiguos pobladores se adaptaron a los cambios sin abandonar su identidad genética original.

Un hallazgo que cambia teorías previas
El estudio también descartó hipótesis anteriores que planteaban una migración significativa desde la Amazonía hacia el centro de Argentina hace unos 1.300 años. El nuevo linaje identificado no muestra esa conexión.
Entre las muestras destacadas figura el ADN de una mujer que vivió hace unos 10.000 años. Su genética resultó más próxima a los pueblos antiguos del extremo sur del continente, como los del actual Chile o Argentina, que a los grupos del norte como Perú o Brasil.
Esto sugiere que la expansión humana por América fue rápida y seguida por una larga fase de aislamiento regional.
El hallazgo redibuja el mapa genético de América del Sur y aporta una pieza crucial al rompecabezas de cómo se pobló el continente. También refuerza la idea de que la diversidad genética en América es más compleja de lo que se creía.
*La creación de este contenido contó con la asistencia de inteligencia artificial. La fuente de esta información es de un medio del Grupo de Diarios América (GDA) y revisada por un editor para asegurar su precisión. El contenido no se generó automáticamente.
