Varios incidentes se generaron este jueves tras la decisión de la policía de poner un límite al ingreso al velatorio en la Casa Rosada (sede de Gobierno), donde están los restos de Diego Maradona, mientras que miles de personas continúan haciendo fila para ingresar a la capilla ardiente para despedir al ’10′.
La policía estableció un cordón en la céntrica Avenida 9 de julio con el objetivo de poner un límite a los ingresos ya que el velatorio se extendería hasta las 4 p. m. (1 p. m.) por pedido de la familia.
La gente, que esperaba pacientemente en filas desde hace horas bajo un sol inclemente, reaccionó en forma violenta a los anuncios por parlantes y derribaron el vallado, lo que generó pánico y corridas.
La policía de Buenos Aires reprimió con balas de goma, gases y camiones hidrantes a la multitud mientras un pequeño grupo los enfrentó con piedras y botellas.
Pasadas las 2 p. m. locales (11 a. m. en Costa Rica) el operativo para permitir el ingreso a la capilla ardiente comenzó a agilizarse cuando restaban dos horas para dar por concluido el velatorio público con más de 20 calles de fila de personas esperando por ingresar.
Familias con niños pequeños debieron huir corriendo por calles laterales mientras la policía avanzaba para dispersar a los más hostiles
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Después de los disturbios, el Gobierno anunció la decisión de extender el ingreso de la gente hasta hasta las 7 p. m. (4 p. m. de de Costa Rica)
Decenas de miles acudieron a despedir los restos de Diego Maradona en un velatorio público que se inició a las 06 a. m. (3 a. m.).
Los restos de Maradona serían inhumados este mismo jueves por la tarde en un cementerio de la periferia norte de Buenos Aires, donde están enterrados los cuerpos de sus padres. Sin embargo, ante la extensión de la despendida del pueblo, una fuente allegada a la familia aseguró que posiblemente no sería hoy, pues pretendían sepultarlo antes del anocher.