¿Qué hacer para que un río no se desborde? Esta pregunta podría tener un caudal de respuestas, pero también otras preguntas que le seguirían, por ejemplo: ¿qué hacer para que los vecinos estén alerta?, o ¿cómo reducir al mínimo los eventuales daños?
Una plataforma virtual llamada “Iber” podría ser la respuesta ante estos cuestionamientos. Esta funciona como una “modelación hidrodinámica”. Su utilidad permite simular el comportamiento de los ríos ante eventuales fenómenos naturales.
¿Dónde empieza a desbordarse el agua? ¿Cómo se mueve el agua a lo largo del cauce del río?
Estas son otras preguntas que se responden con los resultados del emulador. Se presenta en dos dimensiones y su principal objetivo es proteger tanto a la población que podría verse afectada, así como a las infraestructuras y rutas viales aledañas.
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El proyecto cuenta con el trabajo de la Escuela de Ingeniería Agrícola del Tecnológico de Costa Rica (TEC) y su primer objeto de estudio fue el Río La Estrella, ubicado en la zona Atlántica.
Pasaron casi tres años para que se pudieran completar los resultados, pues el proceso implica varias etapas que requieren un tiempo prudencial.
Isabel Guzmán, profesora de la escuela de ingeniería agrícola y coordinadora desde el TEC asegura que, anteriormente, el proceso de trabajo se hacía “a ciegas”, con medidas como colocar diques o tapar con material sin necesariamente tener claridad de dónde debía aplicarse esto.
“Ahora se puede tener más certeza de las consecuencias y así invertir en infraestructura que dé protección a largo plazao, con una seguridad mayor. Es una manera de no botar la plata sino de invertir en obras mucho más pensadas”, comenta.
Otra ventaja de este recurso es que no es necesario que la simulación se haga in situ, sino que se puede hacer desde una computadora.
Vienen más ríos
El trabajo llamó la atención de la Comisión Nacional de Emergencias (CNE), que encargó a los participantes del TEC hacer un análisis igual con otros ríos de la vertiente Atlántica. Actualmente el equipo está cerca de concluir el trabajo con el río Matina, mientras que la CNE es la que determina la prioridad con la que se deben ir trabajando los próximos ríos.
Por su parte, un grupo de investigación de la Escuela de Ingeniería en biosistemas de la Universidad de Costa Rica se encargará de hacer el mismo modelado, pero en los ríos de las cuencas hidrográficas ubicadas al norte del país, mientras que el Centro de Investigación y Estudios para el Desarrollo Sostenible (Ciedes) lo hará con los del Pacífico.
Gracias a su gran utilidad, a mediados del año pasado el software de Iber fue donado, de manera simbólica a representantes del Servicio Nacional de Aguas Subterráneas, Riego y Avenamiento (Senara).