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Doctor Jorge Gutiérrez Murillo, especialista en Ortopedia y Traumatología del Centro de Excelencia de Ortopedia del Hospital CIMA San José
¿Cómo ocurren los esguinces de tobillo?
Ya sea por un hueco en la acera, por una calle resbalosa o por un accidente a la hora de hacer ejercicio, estos dolorosos accidentes pasan cuando esa articulación se dobla y los ligamentos se estiran, por lo general hacia afuera del pie.
Síntomas del esguince:
-Inflamación en la zona
-Moretón en el tobillo (se pone de color morado)
-Mucho dolor
-Dificultad para caminar o incluso apoyar el pie
-Cambios en la sensibilidad del tobillo
-Lo más frecuente: todos esos síntomas a la vez
Según explicó el doctor Jorge Gutiérrez, especialista en Ortopedia y Traumatología del Centro de Excelencia de Ortopedia del Hospital CIMA San José, en un alto porcentaje estas molestias son temporales y podrían desaparecer pronto. Sin embargo, si el problema persiste, la persona debe acudir lo más pronto posible (incluso solo unas horas después del incidente) a una valoración médica, sin esperar a que la lesión se agrave.
El especialista se encargará de realizar la correspondiente valoración para clasificar el esguince de acuerdo con la escala de 1, 2 y 3, según su intensidad.
¿Qué hacer al principio?
Aunque depende de la evolución de los síntomas, los esguinces suelen tratarse al inicio con las siguientes técnicas:
-Descanso
-Hielo
-Compresión (por ejemplo a través de medias o vendas)
-Mantener el pie arriba
Se trata de acciones que la persona puede hacer desde su casa, pero sin dejar pasar mucho tiempo. Si el dolor es muy agudo y no mejora a los días, hay que descartar una fractura, a través de radiografías.
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Obviamente, los períodos de recuperación van de la mano de la gravedad del esguince. Si el esguince es leve, no se recomienda inmovilización; por el contrario, la idea es promover la movilidad temprana.
Para los casos más graves, hay que realizar exámenes complementarios, como una resonancia magnética que permita identificar eventuales lesiones en cartílagos y otros tejidos.
La recuperación significa que la zona dañada ya cicatrizó, pero seguramente va a ser necesario un tiempo adicional de “reposo relativo” antes de volver a hacer vida normal.
“Practicar deportes de alto impacto supone un riesgo adicional ante eventuales esguinces, por lo cual la persona debe estar muy atenta”.
— Dr. Jorge Gutiérrez, especialista del Hospital CIMA San José.
En algunas ocasiones hay pacientes que terminan con secuelas de más largo plazo. Por ejemplo, cierta inestabilidad: ya la persona se curó, pero pasan los meses y siente que el tobillo “se le va”. O bien, el rango de movilidad de un tobillo es diferente al otro. En estos casos, hay que seguir en controles médicos.
De acuerdo con la experiencia del Dr. Gutiérrez, los adultos mayores no presentan tanto este tipo de lesiones, sino que más bien la prevalencia alta es entre adultos jóvenes y adolescentes. Por lo general, cuando la persona tiene más de 60 años la mayor probabilidad es que sufra una fractura en caso de algún evento o resbalón que comprometa el tobillo.
Aunque los esguinces provienen de eventos fortuitos, como una caída, es recomendable ejercitar los tobillos para fortalecer los músculos que dan estabilidad al pie. Además, hay que calentar adecuadamente antes de practicar un deporte.