“Hay que escuchar a quienes tienen posiciones opuestas”.
Esta recomendación se hace a menudo como gran solución a la polarización política y consumo ideologizado de noticias en redes sociales.
La lógica a grandes rasgos es que si salimos de nuestra “burbuja” (redes sociales en donde solo leemos o hablamos con quienes opinan parecido a nosotros) tendremos una perspectiva más completa y menos polarizada.
Estas ideas surgen en parte de estudios como uno de New York University que comparó redes sociales en Alemania, España y Estados Unidos y concluyó que la mayoría de las personas que construye redes con muchos puntos de vista tiende a hacerse más moderada.
Sin embargo, algunos estudios sugieren que leer posiciones opuestas en redes sociales más bien puede empeorar la polarización.
Un experimento de Duke University expuso a 1,200 personas de inclinación conservadora y liberal a posiciones opuestas en Twitter. Al final de un mes, esto no solo no redujo la polarización sino que de hecho la aumentó: Los conservadores reportaron posiciones sustancialmente más conservadoras y los liberales posiciones ligeramente más liberales.
Entonces, ¿escuchar posiciones opuestas modera o polariza?
La respuesta parece ser que depende del tipo de voz que se escuche y no solo de la posición que tenga, aunque no existen estudios con respuestas perfectas y definitivas sobre este tema.
En redes sociales – y a veces en la prensa, con el avance de discursos políticos extremistas y emocionales pobremente fundamentados – las voces más extremas tienden a ser las más visibles. Reciben atención fácilmente y son más compartidas (sea para apoyarlas o criticarlas). En ese bullicio, las voces más moderadas se pierden.
Es por eso que si escuchar voces opuestas se entiende como equivalente de poner atención a voces extremistas, es fácil ver cómo las personas se aferrarán más a sus propias posiciones.
Pero, si escuchar voces opuestas se entiende como equivalente de poner atención a quienes quizá opinan diferente pero se expresan de forma mesurada y sólidamente razonada, es más factible ver intercambios genuinos de opinión y comprensión de las circunstancias de otros.
Hay una característica que se conoce como “pensamiento activo de mente abierta” que en redes sociales se puede identificar en personas que:
-- Ven los temas desde una perspectiva amplia y más abstracta, antes que desde sus preferencias partidarias o experiencias personales.
-- Emiten opiniones bien pensadas y argumentadas antes que rápidas y mal formuladas.
-- Tienen curiosidad intelectual, incluyendo interés en buscar información sobre posiciones que les parecen desagradables y tratar de entenderlas.
-- Se enfocan en información sólida antes que en prejuicios.
-- Escriben menos mensajes pero mensajes más largos.
Los mensajes de personas con estas cualidades suelen propiciar el intercambio de opiniones en torno a argumentos sólidos y tienen alta aceptación entre sus círculos, de acuerdo con un estudio enfocado en Twitter por varios académicos de la Universidad de Pensilvania.
Lo que estas voces no necesariamente tienen es la exposición masiva que las redes sociales y a veces la prensa dan a las figuras extremistas. Esto hace un poco más difícil encontrar o notar estas voces, pero hay muchas y es responsabilidad de cada persona buscarlas en sus círculos y/o en publicaciones de su interés.
El punto clave a tener en mente entonces es que no se trata simplemente de escuchar todo lo que digan las voces opuestas sino de escuchar voces diferentes pero mesuradas, de esas que contribuyen a la discusión en lugar de atizar o politizar conflictos.