Un juez interino del Tribunal Contencioso Administrativo y Civil de Hacienda amenazó con rajarle las cuatro llantas del carro a una compañera de trabajo. Lo dijo en un mensaje de WhatsApp y, cuando le exigieron cuentas, intentó justificarse alegando que se trataba de una conversación privada que no debía usarse en su contra como prueba.
Se trata de un funcionario que, en el momento en que ocurrió ese el incidente, ya acumulaba tres amonestaciones escritas y cuatro suspensiones laborales sin salario, impuestas en otros procesos disciplinarios.
La conducta que dio origen a su octava causa disciplinaria ocurrió en octubre del 2022, mientras ejercía funciones en el II Circuito Judicial de San José.
Sostuvo una conversación por mensajes con una técnica judicial adscrita a su despacho, en la que trató asuntos de índole personal y le pidió detalles sobre los días en que su expareja, también funcionaria judicial, debía presentarse en el edificio.
Más tarde, la técnica le informó de que la mujer se encontraba en el despacho, a lo que el juez respondió con emoticones sonrientes y pensativos, acompañados del mensaje: “Ligarán mucho conmigo el que se encuentre las cuatro llantas rajadas de lado a lado”.
El texto estaba acompañado por la imagen de una cuchilla, que habría tomado desde su oficina, mientras ejercía sus funciones.
Como consecuencia, la Inspección Judicial abrió en 2023 un procedimiento disciplinario contra el juez y determinó que incurrió en una conducta impropia y amenazante hacia la funcionaria.
Aunque no se comprobó una amenaza directa contra la integridad física de la expareja, se concluyó, en una primera instancia, que los hechos comprometieron la integridad emocional de la ofendida, por lo que sancionó al funcionario con cinco días de suspensión sin goce salarial.
La Comisión de Relaciones Laborales confirmó la medida en mayo de 2024; no obstante, el juez presentó una apelación y el caso fue elevado a la segunda instancia del Consejo Superior.
La Nación consultó al Poder Judicial, por medio de su oficina de prensa, por qué se mantuvo al funcionario en el cargo pese a las reiteradas sanciones. Sin embargo, al cierre de esta edición no se obtuvo respuesta.
¿Los mensajes de WhatsApp son prueba válida?
En la apelación, el principal argumento del funcionario investigado se centró en cuestionar la validez de los mensajes de WhatsApp como prueba válida en el proceso, al considerar que la técnica judicial tomó capturas de pantalla de su conversación privada sin su consentimiento, lo cual consideró un acto “ilegítimo”.
Según manifestó, las capturas de pantalla fueron sacadas de contexto. También, alegó que los mensajes tenían un tono jocoso y que no pudo aclararlo porque no se le concedió audiencia dentro del procedimiento.
Insistió en que se requiere la autorización de las partes involucradas para que se pueda aplicar una sanción basada en el contenido de un chat privado.
El estrado judicial concluyó lo contrario. En cuanto a la validez de la prueba, el Consejo Superior señaló que, aunque la Sala Constitucional exige consentimiento de todas las partes para divulgar un chat privado, el propio funcionario aportó copia de las conversaciones en su escrito de conclusiones. Por tanto, se consideró prueba liberada, lo que eliminó la ilegalidad inicial del indicio.
Tampoco prosperó el argumento de que no se le brindó audiencia, ya que, según el órgano disciplinario, contó con los espacios procesales establecidos por ley. Además, se descartó que los mensajes fueran en tono de burla, pues la secuencia evidencia que la técnica judicial los cuestionó y no respondió con ninguna señal de humor.
Alegó que todo fue un ‘teléfono chocho’
Como parte de la exposición de motivos presentada por el funcionario en su descargo, alegó que todo se trató de “un teléfono chocho”, pues, en su criterio, los mensajes fueron sacados de contexto, lo cual habría generado en su expareja la impresión de que pretendía hacerle algún daño.
El funcionario argumentó que la técnica judicial compartió las capturas de pantalla de su conversación con otro juez. Este último, según su versión, contactó telefónicamente a la expareja del funcionario y le envió fragmentos del intercambio por mensaje, lo que habría motivado la denuncia presentada por la ofendida.
El acusado sostuvo que este incidente provocó una exageración y distorsión de sus palabras, lo que llevó a la ofendida a afirmar que, en caso de sufrir algún daño en el futuro, él sería el responsable. Alegó que esto desencadenó rumores sobre su conducta en el ámbito judicial, lo que incluso derivó en la adopción de una medida cautelar que lo separó de su cargo como juez y lo trasladó a otro despacho.
Añadió que lo único que pudo haber en sus declaraciones fue “una tentativa de tentativa” de dañar las llantas de su vehículo, pero no a ella como persona. En consecuencia, consideró que la sanción impuesta se basó únicamente en justificar la asignación de recursos institucionales a la investigación, y no en una intención real de causarle daño físico.
Estos argumentos no fueron acogidos por la autoridad judicial, la cual determinó que, si bien la conducta del acusado no constituyó una amenaza directa contra la integridad física o psicológica de la funcionaria, sí representó un comentario inapropiado y con una connotación amenazante hacia un bien de su propiedad; concretamente, su vehículo.
Asimismo, se concluyó que los mensajes generaron un impacto emocional en la funcionaria, por lo que la actuación del juez fue sancionada no solo por su carácter intimidante, sino también por afectar el equilibrio emocional de la ofendida y perturbar su ambiente laboral y personal.
Siete antecedentes disciplinarios
Según los hechos probados de la resolución, al momento del incidente el acusado acumulaba siete sanciones disciplinarias.
La primera fue una amonestación escrita en diciembre del 2020, seguida por otra en junio del 2021. En octubre de ese mismo año, recibió dos medidas adicionales: una nueva amonestación y una suspensión por dos días sin goce de salario.
En febrero del 2022 se le impuso una suspensión de un mes sin salario, y en marzo siguiente fue sancionado con tres días más sin remuneración. La última medida antes del incidente ocurrió entre julio y setiembre del 2022, cuando se le aplicó una suspensión de dos meses sin goce salarial.
Conozca más detalles de esta sentencia en este enlace.
¡Nos contactamos de nuevo en una semana con un nuevo caso! Se despide la periodista Arianna Villalobos.
