Una madre logró que se condenara a la empresa donde trabajaba, luego de ser despedida apenas comunicó que estaba embarazada. La Sala Segunda de la Corte Suprema de Justicia determinó que se trató de un despido discriminatorio.
Por tanto
Un hombre solicitó levantar el secreto bancario de su expareja para intentar demostrar que ella contaba con capacidad económica suficiente para cubrir los gastos de la hija en común y, así, evitar un aumento en el monto de la pensión alimentaria.
Una jueza se llevó su computadora del trabajo a Puerto Viejo para adelantar tareas durante sus vacaciones, pero se la robaron. Alegó que no fue su culpa y que pagó el costo del aparato, pero el Tribunal de la Inspección Judicial le impuso una sanción laboral. ¿Puede ocurrir lo mismo en el sector privado?