Según Zeledón, el talento por el diseño no era algo que sabía que traía en su sangre; fue más bien un don que descubrió a finales del colegio, cuando le tocó decidir qué carrera iba a estudiar. Oriunda de Alajuela, Éricka proviene de una familia compuesta por mujeres: abuela, madre –bióloga– y cuatro hermanas. Ellas son una inspiración para su trabajo.
Éricka estudió Arte y Comunicación Visual en la Universidad Nacional de Costa Rica y se especializó en Diseño Gráfico. Al terminar la universidad, empezó a trabajar en agencias de publicidad, pero nunca le llamaron tanto la atención como el arte y la ilustración. Algo que Zeledón no disfrutaba de trabajar en estos lugares era sentir que no tenía suficiente libertad para explotar al máximo su creatividad. Por eso, después de 10 años de laborar en agencias, retomó un proyecto que tenía como hobby: Collage Diseño.
Así, comenzó a trabajar en su negocio, cada vez más, hasta que cayó en cuenta de que sus creaciones eran muy gustadas, lo que la motivó a querer emprender y dedicarse completamente a su actual empresa: Collage Diseño Hecho por una Tica. A pesar de que en el proceso se tuvo que enfrentar a varios obstáculos –entre ellos una colaboración que no funcionó–, Zeledón cuenta que todo se llegó a convertir en experiencias que la marcaron positivamente.
Éricka financió su proyecto gracias a la liquidación del puesto al que recién había renunciado. Lo primero que puso a la venta fueron productos de papelería, en el garaje de su apartamento en San Pedro, San José; en ese momento arrancó Collage Diseño Hecho por una Tica.
Sus creaciones
En el trabajo de Zeledón se aprecian colibríes, armadillos, osos hormigueros, serpientes, ranas y tortugas, solo por mencionar algunos. Para ella, las riquezas de Costa Rica son insumo suficiente; no es necesario buscar más allá. Dice que su trabajo se basa en el color, la textura y el movimiento. Dentro de sus productos, los bolsos y las capas son los accesorios más gustados.
Para ella, hay algo en la naturaleza que fluye, que es muy ella; por eso sus diseños son tan naturales. De pequeña recuerda las láminas de animales que su madre le pegaba en el cuarto; otra de sus muchas fuentes de inspiración.
Esta diseñadora ha trabajado con reconocidas marcas como El Líder, Starbucks, Fabricio Berrocal, Guayaberi Swimwear, Auto Mercado y Café Britt, oportunidades que le han dado, incluso, la posibilidad de viajar a New York, donde sueña con algún día tener una tienda.
Zeledón comenta que, a pesar de que emprender es difícil, son más las ganancias que las pérdidas. Es todo un crecimiento personal y profesional, y, si bien considera que los primeros tres años de un negocio siempre son complicados, le parece que valen la pena, siempre y cuando estemos conscientes de lo que tenemos y lo valoremos.
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A mediano plazo, Éricka se plantea trabajar con materiales ecoamigables, como las fibras naturales, si bien sus creaciones ya aportan al medioambiente, pues sin duda sus bolsos, por ejemplo, son un excelente sustituto para las bolsas plásticas de supermercado.
Su meta es alcanzar el reconocimiento de su marca; por eso trabaja constantemente para conseguirlo. Además, planea producir algunas prendas de ropa y espera –en un futuro no muy lejano– tener tiendas en países como Japón y España. Para Éricka el mejor momento es el ahora y, fiel a esta filosofía, asegura que para emprender un proyecto lo mejor que podemos hacer es arriesgarnos y, desde luego, trabajar en lo que nos apasiona.
Si está interesada en conseguir sus productos, visite:
- Tienda Casa Mandala, Limón
- Tienda Ramona, Mall San Pedro
- Jacó
- Tienda Dicoma, Monteverde
- Tienda Luluberlu Art Gallery, Puerto Viejo
- Hotel Marriott Belén y Herradura