Los parques para perros que han surgido en distintas comunidades del país obedecen a una clara necesidad: nuestras mascotas requieren de estos espacios para recrearse, hacer ejercicios y liberar estrés, recibir adiestramiento, compartir con sus dueños y socializar con otros canes.
Sin embargo, para que se produzca una sana y segura convivencia, es vital que todas las personas que visitan estos lugares con sus animales cumplan con ciertas reglas. ¿Cuáles son algunas de ellas?
José Pablo Carvajal, jefe de parques de la municipalidad de Curridabat, mencionó las básicas, de acuerdo con la experiencia que han tenido en ese cantón donde funcionan ocho parques para perros.
La primera de norma es recordar que se trata de un espacio compartido, entonces todos debemos ser respetuosos y considerados con el resto de usuarios y mascotas.
Por eso, es fundamental que los perros que se lleven ahí estén en buen estado de salud, con sus desparasitaciones y vacunas al día, para evitar la propagación de enfermedades. De igual manera, deben estar libres de pulgas y garrapatas.
Heces, horarios, correas y demás
También se insiste en que los dueños se hagan responsables de recoger los excrementos del animal (llevar bolsas o palas), pues hay evidencia científica de que estas heces pueden tener parásitos que podrían dañar la salud de los seres humanos: problemas gástricos, intestinales y hasta infecciones que llevan a la pérdida parcial de la vista.
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Si el can es temperamental, violento o no está acostumbrado a estar con otros perros o personas, se pide llevarlo con bozal y correa. Y si lo que tenemos es una perrita en celo, mejor dejarla en la casa durante ese tiempo.
Lo ideal es que todos los animales porten un collar o placa de identificación, para localizar a los dueños en caso de extravío.
Los niños son bienvenidos en estos lugares, pues ellos disfrutan muchísimo al lado de sus mascotas. Sin embargo, los menores de edad siempre deben estar bajo la supervisión de un adulto responsable, que les haga comprender que es un parque exclusivo para perros y entonces deben tener precaución con sus juegos y el contacto con los animales.
Otro asunto a resaltar es respetar el horario del parque, para no causar molestias innecesarias en el vecindario.
Por último, nunca está de más recordar la importancia de cuidar estos sitios y el mobiliario que allí se tiene a disposición de los visitantes, para que cumplan con su cometido durante bastante tiempo.
¿Qué pasa si algún dueño no respeta estas leyes o muestra comportamientos inapropiados en esos sitios? Carvajal explicó que lo mejor es poner la queja en las municipalidades encargadas de los parques, para que personal debidamente capacitado en bienestar animal asuma la situación.
En el caso de Curridabat (lo mismo sucede en otras municipalidades), el ayuntamiento también vela por el buen estado de estas áreas recreativas. “Regularmente chapeamos, fumigamos, hacemos reparaciones y limpieza del mobiliario, etcétera, para que funcionen como es debido”, aseguró Carvajal.