Para nadie es un secreto que nuestros amigos de cuatro patas necesitan ejercitarse y hacer caminatas con regularidad. Sin embargo, no todos los dueños de canes cuentan con el tiempo suficiente para hacerlo, debido a múltiples obligaciones.
Por eso, en los últimos años ha surgido un nuevo personaje en muchas de nuestras comunidades: el paseador de perros.
Pamela Castro se dedica a esta actividad desde hace más de un año. Según dijo, se trata de un oficio ideal para los amantes de los animales, pero también implica mucha responsabilidad y cuidado.
“Hace poco a uno se le rompió la correa y se me escapó, pero atendió la orden y se regresó. Yo siempre ando con correas de más, uno, en este trabajo, tiene que estar muy bien preparado. Por ejemplo, todo el tiempo ando bolsas biodegradables para recoger los excrementos”, comentó la joven.

Castro aseguró que su clientela ha ido en aumento. Cada día, en promedio, pasea con 13 perros, en diferentes turnos. A algunos los saca solos (especialmente si son muy grandes o no pueden estar con otros), pero la mayor parte del tiempo pasea con tres o cuatro como máximo.
Sus tarifas son variadas (dependiendo de cuántos días a la semana la contraten), pero cobra alrededor de 3.000 por 45 minutos. Ella también ofrece servicios de cuido y de educación básica.
Los paseos pueden ser a parques o por la ciudad, según las características del grupito de perros con los que ande y el ritmo que requieran (los más viejitos no pueden hacer recorridos muy largos).
¿Cuándo no sacarlos? Si las perras están en celo o los perros se encuentran enfermos, mejor dejarlos en sus casas, recalcó la joven, quien también procura aprovechar las horas de la mañana para las caminatas, pues en las tardes ya es más probable que llueva.
“Uno se llega a encariñar mucho con ellos y ellos con uno. Cuando no los saco, me hacen mucha falta y ellos también se quedan esperándome, me han dicho los dueños”, finalizó Castro. En Facebook, su empresa se consigue como Servicios Caninos Tibás.