Este miércoles 18 de diciembre, aprendimos por la desclasificación de un documento de la CIA, que los expresidentes ticos Óscar Arias Sánchez y Daniel Oduber Quirós, trataron de negociar la salida del poder del dictador panameño Manuel Noriega en 1987; año y medio antes de la cruenta invasión de Estados Unidos a Panamá.
LEA MÁS: Archivo de CIA revela gestiones de Óscar Arias y Daniel Oduber para negociar salida de Noriega
Aquí te contamos cómo fue esta invasión al país canalero para extirpar del poder a Noriega, un líder militar que antes de ser el enemigo número 1, fue muy amigo de Washington en la gestión de Richard Nixon.
La invasión a Panamá cumple 30 años este 2019.
Pequeña bio de Noriega
Manuel Noriega fue un político y militar panameño que gobernó su país entre 1983 y 1989.
Estos seis años fueron marcados por represión a los medios de comunicación, expansión del ejército, persecución de líderes políticos opositores, torturas, muertes, desapariciones, y control de resultados electorales.
Nació en Panamá de padres colombianos. Tuvo una educación de primera en la capital panameña y ganó una beca para estudiar en Lima, Perú, en la Escuela Militar Chorrillos. A su regreso a Panamá, escaló rangos en la Guardia Nacional y conoció al capitán militar Omar Torrijos. Noriega participó en el golpe de Estado de 1968 que sacó del poder al presidente Arnulfo Arias y dispuso el camino para que Torrijos se hiciera con las riendas del país (no como presidente, como líder militar de facto).
Entre 1968 y 1981, durante el control de Torrijos, Noriega defendió al dictador de un intento de golpe de Estado y fue nombrado Jefe de Inteligencia. El puesto lo puso en contacto con Washington DC, y ayudó a la administración de Richard Nixon en los 70s, principalmente cuando obtuvo la liberación de dos barcos de cargamento estadounidenses retenidos en La Habana, Cuba.
Cuando Torrijos murió en un accidente aéreo en 1981, Noriega se impuso entre otros líderes militares y logró convertirse en general de la Guardia Nacional. Sin tener el título de presidente, el militar fue el líder político de Panamá entre 1983 y 1989.
Una vez en control del poder, Noriega acumuló señalamientos y cargos en su contra. Se lo ligó estrechamente con el brutal asesinato del opositor político Hugo Spadafora (decapitado), y también se acumularon evidencias en contra suya por lavado de dinero y por la presunta venta de tecnología estadounidense restringida, al igual que el mal manejo de información confidencial.
La gota que derramó el vaso fueron los comicios generales de 1989. En mayo, el candidato Guillermo Endara, apoyado por Estados Unidos, se medía contra Carlos Duque, candidato de Noriega. Antes de conocerse los resultados, Noriega anuló la votación.
Invasión de Panamá y Heavy Metal
Los desencuentros entre Estados Unidos y Noriega se agudizaron en 1987 y se enrumbaron hacia 1989 en un efecto bola de nieve. Por entonces, la relación entre ciudad de Panamá y Washington era insostenible.
En esos años, la presencia estadounidense en Panamá era mayor. Había unos 20.000 soldados, varias bases militares y el Canal de Panamá era todavía administrado por Estados Unidos (pasó a manos panameñas en 1999 según lo acordado en el Pacto Torrijos-Carter).
El 20 de diciembre de 1989, un contingente aéreo de Estados Unidos invadió Panamá con el objetivo de remover del poder a Manuel Noriega e instaurar como presidente a Guillermo Endara. Visiblemente, los esfuerzos previos de los ticos Arias y Oduber habían fallado, y Estados Unidos no vaciló para remover del poder a su enemigo panameño.
Estados Unidos usó aviones caza F 117-A (llamado avión ‘invisible’), helicópteros Apaches y Halcón Negro. Estrenó chalecos y cascos antibalas y desplegó vehículos Hummer de guerra por la ciudad. Todo ese equipo iba tripulado y acompañado por más de 27.000 soldados, entre los cuales 19.000 ya estaban en territorio panameño. En cuestión de 13 horas, Estados Unidos había lanzado unas 400 bombas en territorio civil.
La operación duró un mes, una semana y 4 días, y fue letal. Las Fuerzas de Defensa leales a Noriega dieron batalla con aproximadamente 20.000 efectivos, de los cuales murieron aproximadamente 300 y fueron capturados unos 1.900.
23 soldados norteamericanos perdieron la vida y entre 200 y 500 civiles inocentes murieron durante los enfrentamientos. Los daños materiales fueron incontables, producto de varios días de una guerra urbana que violó derechos humanos y numerosos estatutos internacionales.
Manuel Noriega se refugió al quinto día de la invasión en la embajada del Vaticano en Panamá: la nunciatura apostólica. Los soldados estadounidenses no forzaron la entrada a ese edificio de mucho valor diplomático, pero atacaron al líder político por 10 días con expertos en guerra psicológica. Esta operación fue llamada como “Op. Nifty Package” (operación paquete ingenioso).
Pusieron música rock a niveles ensordecedores, sobrevolaron la nunciatura con helicópteros de guerra y negociaron a través de José Sebastián Laboa, el nuncio español en Panamá.
En la playlist de canciones de rock que se usaron para desestabilizar a Noriega, estaban estas canciones:
--”Time is on My Side” (El tiempo está de mi lado) por The Rolling Stones.
--“Nowhere to Run” (No hay donde correr) de Martha and the Vandellas
--“Don’t Fear the Reaper” (No temas a la Muerte) de Blue Oyster Cult
--“Judgment Day” (Juicio Final) de White Snake
--“Paranoid” (Paranoico) y “War Pigs” (Cerdos de la guerra) de Black Sabbath
--“Never Gonna Give You Up” (Nunca voy a dejarte) de Rick Astley
--“Panama” (Panamá) de Van Halen
--“Wanted Dead Or Alive” (Buscado vivo o muerto) de Bon Jovi
De hecho, en Spotify hay una playlist llamada Nifty Package que contiene estos éxitos :P
El 3 de enero de 1990, Noriega se entregó uniformado en la puerta de la nunciatura y fue capturado como prisionero de guerra.
El general pasó 17 años en una prisión federal de Miami, condenado por tráfico de drogas, lavado de dinero y vínculos con crimen organizado. En 2010 fue extraditado a Francia para enfrentar un juicio por lavado de dinero y fue sentenciado a 7 años, pero en 2011 París dejó que el militar fuera enviado de regreso a Panamá, donde fue condenado a otros 60 años por asesinatos y desapariciones durante su régimen. En 2017 le fue otorgada la prisión domiciliaria por el descubrimiento de un tumor cerebral. Murió a los días con 83 años de edad, luego de una complicación por extirparle el tumor.
A finales de 2018, la CIDH pidió a Estados Unidos indemnizar a víctimas de invasión a Panamá.
En febrero de 2019, el senador republicano Marco Rubio sugirió en Twitter que Nicolás Maduro, actual dictador de Venezuela, podría tener un final parecido al que tuvo Noriega.