Vivimos en un circo digital, donde cada notificación es un payaso haciendo malabares, donde cada feed es un domador de leones rugiendo por miradas y donde la entrada a este colorido y brillante mundo de pantallas es gratis. Tal vez se pregunta cómo logra este show pagar las facturas, no se preocupe, su presencia, atención y tiempo valen más que el dinero que usted pagaría por entrar.
En este espectáculo parece que cada video, cada texto y cada foto son inagotables, estos feeds infinitos llenos de contenido que nunca se agota, hace cada vez más evidente cuál es el recurso que sí lo hace. Gran parte de la economía moderna ya no se trata solo de vender productos, sino de capturar algo mucho más valioso: su atención. Descubra cómo las grandes empresas hacen dinero y cómo esto le afecta en “Detrás del click”.
Resumen del artículo: En un mundo inundado de información, nuestra capacidad para enfocarnos se convierte en un bien escaso y, por ende, valioso. Las consecuencias de esta lucha constante por nuestra atención son profundas y multifacéticas. Desde el aumento de la ansiedad y la disminución de la capacidad de concentración, hasta la manipulación de comportamientos y decisiones a través de algoritmos, la economía de la atención redefine nuestras vidas de maneras que apenas comenzamos a comprender. Lea más detalles en el texto completo.
¿Qué es la economía de la atención?
¿Alguna vez se ha encontrado atrapado en un bucle infinito de videos de Tiktok a las 3 de la mañana? Sí, ese es el momento en que la economía de la atención le ganó el juego. Ahora, puede citar de memoria una larga lista de memes, pero… “No Riley”, espere a que la pérdida de una buena noche de sueño y una mañana productiva le recuerden por qué ese tiempo era importante.
Cada vez que desbloquea su teléfono, está entregando una ficha en un casino digital, donde las empresas no solo apuestan por sus minutos en pantalla, sino por su capacidad de concentración, ya que al ganar no solo tendrán sus datos y su tiempo, sino que podrán decidir qué ideas verá y qué productos podrá comprar. Algo sumamente llamativo para políticos en campaña o empresas que desean posicionarse en su cabeza ¿Alguna vez se preguntó porque servicios como Whatsapp son gratis? Ya puede darse una idea.
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Pero, ¿qué significa realmente vivir en una economía de la atención? El concepto atribuido por primera vez en los años 70 al politólogo y economista ganador del Premio Nobel, Herbert A. Simon, adquiere hoy un nuevo nivel de relevancia por sus advertencias, de que saturar a las personas con información agotaría su capacidad de concentración y las pondría a merced de quienes distribuyan esta información, haciendo que las empresas deban invertir cada vez más en su afán de ser reconocidas.
Según se explica en el documento académico “Adolescencia y efectos psicológicos del uso de redes sociales atribuible a la economía de la atención” de la Universidad de Antioquia (2023), El problema es que la economía se caracteriza por lo escaso y mientras la información abunda en exceso (sin importar su calidad) la concentración del usuario es limitada.
Como se menciona en el documento, lo que hace que el modelo económico de las redes sociales sea tan sostenible en el tiempo, es el aprovechamiento de este concepto basándose en 3 principios básicos:
1. La afiliación voluntaria de las personas que hacen parte de la red social
2. La creación de contenido propio (fotos, videos, comentarios, interacción)
3. La atención que se le presta a la publicidad que se transmite
Ya lo había advertido también Jeff Orlowski en su documental “el dilema de las redes sociales” al mostrar un gran foco en la búsqueda de enganchar con modelos de predicciones al usuario y mostrar anuncios basados en los intereses de este. Plataformas de promoción en redes sociales como Facebook o X, no aseguran la venta de un producto, sino la certeza de que los usuarios seleccionados verán el anuncio, verán el logo de la empresa y la información que se haya ingresado.
Es por esto por lo que las corporaciones con presencia digital se enfocan cada vez más en tener equipos enteros especializados en redes sociales o plataformas de atracción digital, en una constante búsqueda por captar y retener la concentración, saben que las ventas serán una consecuencia de su enganche y destinar recursos a estos equipos es esencial para sobrevivir en una economía de la atención, donde hay un nuevo objeto de comercio.
“Muchas compañías se percataron de que existía ese recurso natural a su alrededor: la atención de la gente; si les das cosas gratis, puedes captar su atención y después vender más”, “Eso se convirtió en el modelo de negocio por defecto de las empresas en Silicon Valley. Declaró James Williams investigador de los efectos de la economía de la atención a la BBC
Según la web oficial de Amazon Ads, los consumidores buscan estar conectados todo el día a través de múltiples dispositivos y redes, los puntos de contacto con el usuario están fragmentados y esto es un desafío para los anunciantes ya que la atención de las personas es dispersa, por lo que el ambiente multimedia es altamente competitivo, la dependencia de métricas y estudios de la atención son necesarios para las empresas, pero la afectación de los usuarios puede ser una consecuencia.
¿Cómo la economía de la atención afecta su vida diaria?
En el artículo académico “Impacto de las redes sociales e Internet en la adolescencia: aspectos positivos y negativos” de la Revista Médica Clínica Los Condes, Elías Arab y Alejandra Díaz, asocian el uso excesivo de redes sociales con problemas de salud mental, además de su potencial agravante en temas como la depresión, déficit de atención con hiperactividad, insomnio y bajo rendimiento académico.
Aunque también se destaca que Internet y las redes sociales tienen indiscutibles ventajas y puntos positivos, el exceso de atención dedicado a estas plataformas digitales crean la necesidad del control, guía y educación sobre las herramientas tecnológicas que se usan en la cotidianidad, con especial énfasis en menores de edad.
Además, empieza a discutirse el término de la “crisis de atención” , cuya solución para las empresas según el portal oficial de Amazon Ads radica en encontrar maneras más estudiosas de entender el comportamiento humano en línea, buscando herramientas de medición y tácticas de marketing digital avanzadas. Sin embargo, en el caso de redes sociales esto también implica menos privacidad para sus usuarios.
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Además, según el artículo de Arab y Díaz, los usuarios (con énfasis en menores de edad) pueden estar expuestos a nuevos males modernos como la “ciberadicción” y la “ciberviolencia”, pueden normalizar prácticas dañinas aprendidas en línea, por ejemplo, estudios relacionan a Facebook y TikTok con comportamientos riesgosos de consumo de sustancias, mientras que Instagram podría tener una conexión con niveles más bajos de consumo peligroso de alcohol.
También pueden presentar fallas en la toma de decisiones en los adictos a plataformas online, fallas en los procesos de aprendizaje y afectar el desarrollo saludable de la personalidad.
Los usuarios atrapados entre las redes también tienen su mayoría de interacciones de forma virtual lo que puede ocasionar una afectación en sus herramientas sociales y su desarrollo saludable en menores de edad. Considerando también que a nivel fisiológico este exceso de saturación de la información y de tiempo en plataformas sociales afecta la producción de dopamina teniendo una diversidad de consecuencias.
Sobrevivir a la economía de la atención: Consejos para tomar acción
¿Cómo puede recuperar el control en este salvaje oeste digital? El atractivo para las empresas es claro y los beneficios de estos servicios “gratuitos” también lo son, al igual que sus consecuencias. La economía de la atención puede dominar por completo su vida si no toma algunas medidas, entre ellas, tomar consciencia de que esto existe y así como se ofrecen grandes posibilidades, también se ofrecen grandes retos a resolver.
La clave puede estar en adoptar una dieta mediática más consciente para empezar. Esto implica establecer límites claros sobre el tiempo que se pasa en línea y ser más selectivos con las fuentes de información que se consumen. Además, es fundamental educar a las nuevas generaciones sobre los efectos de la sobrecarga de información y la importancia de la atención plena.
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Las empresas también tienen un papel que desempeñar. Necesitan asumir la responsabilidad de no solo capturar la atención, sino también de gestionarla de manera ética. Esto puede incluir el diseño de interfaces que fomenten el bienestar digital, en lugar de la adicción. Y por supuesto, la regulación gubernamental podría desempeñar un papel crucial en establecer normas que protejan a los consumidores de las prácticas explotadoras.
Según James Williams, investigador enfocado en la economía de la atención y cofundador de la campaña Time Well Spent, desconectarse o desintoxicarse no es la mejor opción para solucionar los efectos negativos de estas prácticas a largo plazo, tampoco la de esperar que la economía se arregle por sí sola, en un momento histórico donde grandes empresas tienen un control nunca visto sobre la atención de millones de usuarios.
Para él, requiere tomar consciencia de la “libertad de atención” concepto que entiende como la libertad de elaborar el plan propio de vida, buscar los intereses profundos y personales que requieran las soluciones de empresas que se alinean con las necesidades reales y no infundadas por una red social a traves de la persuación digital.
La economía de la atención ha transformado la manera en que interactuamos con el mundo digital, a menudo a expensas de la salud mental y bienestar. Por lo que la próxima vez que se encuentre atrapado en un vórtice de notificaciones, recuerde: cada segundo que cede es una victoria para las empresas que compiten por su atención. Pero no todo está perdido; con un poco de conciencia y esfuerzo, se puede aprender a navegar este nuevo paisaje digital sin perder de vista lo que realmente importa. Y quién sabe, tal vez incluso pueda volver a leer un libro o un reportaje largo sin interrupciones. O al menos intentarlo.