Inteligencia artificial y redes sociales: El ascenso de los influencers digitales

Incluso en plataformas normalmente asociadas con contenido para adultos como OnlyFans, ya hay perfiles que utilizan imágenes generadas por IA para atraer y monetizar una audiencia. Parece que incluso en el mundo de la fama digital, estas grandes tecnologías podrían tomar un gran protagonismo. Le contamos por qué esta idea es tan llamativa para las empresas.

Resumen del artículo. Estos avatares digitales ya están monetizando y captando grandes audiencias. Sin embargo, esta tendencia plantea preguntas sobre nuestra preferencia por la interacción con las IA’s, que resuelven necesidades en empresas relacionadas a la publicidad, la atención al cliente y la promoción de productos o servicios. En “Detrás del Click”, analizamos el impacto de esta revolución tecnológica en nuestras conexiones y autenticidad digital.

¿Le gustaría ganarse la vida en plataformas de redes sociales? Según el documento “Los trabajos soñados del mundo: las carreras que más buscan las personas”, palabras como Youtuber o influencer toman un gran protagonismo. Incluso en Costa Rica, según señalan plataformas como Jobseeker en su documento “Trabajos soñados alrededor del mundo”, grandes poblaciones mantienen un anhelo de dedicarse a estos trabajos para ganarse la vida, siendo de los más deseados.

Ya existen términos como “Economía del creador” o “Economía de la atención” que hacen referencia al conjunto de actividades remuneradas mediante la creación de contenido digital, usados comúnmente para estudiar el impacto que juegan estas figuras en un mundo de algoritmos y, claro, cómo sacarles el máximo provecho económico. No es para menos, las cifras y los resultados que manejan algunos de los creadores de contenido más exitosos son deseados por muchas empresas, ya que tener acceso a una audiencia sólida en Internet les abriría oportunidades en términos de publicidad, posicionamiento de marca y ventas.

Influencers artificiales: ¿Por qué son tan destacados?

¿Qué podría ser mejor que un influencer de carne y hueso con opiniones propias, una personalidad auténtica y carisma? ¡Un influencer artificial, por supuesto! Estos avatares digitales, creados minuciosamente para ser irresistibles, nunca envejecen, nunca cometen errores y, lo mejor de todo, nunca exigen un aumento de sueldo. Meta y otras grandes empresas están invirtiendo millones en estos personajes “perfectos” que siempre están de buen humor y listos para vendernos el último producto milagroso.

Y no nos olvidemos de los pioneros en plataformas como OnlyFans o similares, donde las imágenes generadas por IA encontraron un nicho lucrativo. ¿Por qué interactuar con una persona real cuando podemos pagar por una fantasía creada digitalmente? Es la evolución natural del entretenimiento, ¿no? La línea entre lo real y lo artificial se desdibuja más cada día, y parece que estamos más que dispuestos a aceptar esta nueva realidad.

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Personajes como la modelo Aitana López o Maia Lima no existen, pero eso no les impide ganar hasta $1,000 al mes. Incluso ya existen agencias como “The Clueless” que ofrecen servicios a empresas que quieran tener sus propias modelos virtuales.

“Contáctenos con los detalles de su proyecto y le emparejaremos con la modelo de IA perfecta de nuestro diverso portafolio. Ya sea que necesite una influencer de moda sofisticada, una entusiasta del deporte, una artista creativa o alguien con una combinación única de características, en The Clueless tenemos la modelo perfecta para sus necesidades”, se lee en su web.

Sin embargo, detrás de esta tendencia hacia los influencers artificiales hay una verdad incómoda: ¿nos estamos moviendo hacia un mundo donde preferimos la perfección digital a la imperfección humana? La tecnología nos ofrece una escapatoria de la realidad, permitiéndonos interactuar con figuras que cumplen todas nuestras expectativas sin ningún riesgo emocional. Pero, ¿a qué costo?

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La presencia de influencers artificiales plantea preguntas profundas sobre nuestra relación con la tecnología y nuestras expectativas de la realidad, incluso sobre el poder que ahora tienen las empresas para manipularnos a través de la cultura. ¿Estamos buscando autenticidad o simplemente una versión pulida y sin complicaciones de ella? ¿Qué dice de nosotros como sociedad que preferimos la interacción con avatares perfectos en lugar de con personas reales y, sí, para qué negarlo, a veces molestas?

Por su parte, el rápido avance de la inteligencia artificial indica que la convivencia con este tipo de figuras no es algo que se detendrá pronto, sino todo lo contrario, será impulsada todavía más por las grandes plataformas de redes sociales en las que nos movemos, cuyo enfoque en creadores ha disminuido en pro de ofrecer posteos multimedia aparentemente infinitos, a través de feeds personalizados con contenido completamente sugerido por un grupo de algoritmos.

Meta, la empresa madre de Facebook y otras redes sociales, por su parte, se une a esta tendencia anunciando en 2023 el lanzamiento de 28 perfiles de influencers hechos con IA, que subirían contenido a sus perfiles de Instagram, comentarían con usuarios e incluso estarían disponibles para chatear al mandarles mensajes por Messenger o Instagram. Estas figuras, a su vez, estarían inspiradas en celebridades reales como Snoop Dogg, Tom Brady y Kendall Jenner.

5 Creadores de contenido artificiales

1. Aitana López: IA que pretende influenciar grandes audiencias, se mueve en temáticas de videojuegos y vida fitness. Cuenta con 322mil seguidores en Instagram y es creación de la agencia “theclueless.ai”.

2. Maia Lima: IA inspirada en moda, esta modelo artificial se mueve por temáticas como viajes, maquillaje, fotografía y deportes, cuenta con 27mil seguidores en instagram y fue creada por la agencia “theclueless.ai”.

3. Lil-Miquela: IA con gran repercusión en las marcas y la creación de contenido digital, con presencia en varias plataformas, cuenta con 2.5 millones de seguidores solo en instagram, ella mueve por el mundo de la moda, colaborando con marcas como Calvin Klein y Prada. Creada por Trevor McFedries y Sara DeCou.

Bru: Inspirado en el deportista Tom Brady, busca apelar a un público deportivo. Hecho por Meta como parte de sus anuncios ligados a los chats interactivos y el Metaverso. Encuentre más de Bru aquí.

Dungeon Master: Inspirado en el rapero Snoop Dog, busca un público fanático de la fantasía y los juegos de mesa. Hecho por la empresa Meta ha sido uno de los más reconocidos en la plataforma. Encuéntrelo aquí.

Chatbot, el amigo perfecto: siempre disponible, nunca molesto

El impacto buscado a través de estas interacciones está pensado para empresas, que se beneficiarían en términos de servicio al cliente. Un ejemplo de esto son los servicios de chatbots (relacionados con texto en chats) o una mensajería personalizada acorde a la empresa.

“Las empresas también podrán crear IAs que reflejen los valores de su marca y mejoren las experiencias de servicio al cliente. Desde pequeñas empresas que buscan escalar hasta grandes marcas que desean mejorar las comunicaciones, las IAs pueden ayudar a las empresas a interactuar con sus clientes a través de nuestras aplicaciones. Estamos lanzando esto en alfa y lo escalaremos aún más el próximo año”, se lee en la web oficial de Meta.

Parte del gran atractivo para las empresas estaría en la posibilidad de conquistar grandes segmentos de audiencia y brindarles una atención al cliente automatizada a través de los chats privados. Sin embargo, no está claro que en un futuro puedan generar contenido comparable con las grandes piezas multimedia hechas por los creadores de contenido humanos.

Quizás, más que ver estos avatares digitales como un reemplazo de los influencers, sería más adecuado entenderlos como herramientas empresariales, según ambiciona Meta. Pero la duda sobre si en un futuro no habrá claridad de cuánto del contenido que vemos fue realizado o no por un ser humano sigue sin resolverse.

Redefiniendo nuestras conexiones: Hacia una relación saludable con la tecnología

Fuera de ambientes “controlados”, estos influencers hechos con IA pueden ser utilizados para un gran rango de aspectos tan positivos como negativos. Mientras que dentro de las redes sociales más populares como Facebook e Instagram, la apuesta para regular el daño, desinformación o estafas hechas con este tipo de tecnología recaerá, nuevamente, en la IA.

“La IA generativa podría ayudarnos a eliminar contenido dañino de manera más rápida y precisa que las herramientas de IA existentes. Hemos comenzado a probar modelos de lenguaje entrenándolos con nuestros Estándares de la Comunidad para ayudar a determinar si un contenido viola nuestras políticas o no”, se lee en la web oficial de Meta.

Así que aquí estamos, en la encrucijada de la autenticidad y la perfección digital, donde la moderación de los contenidos artificiales irónicamente será realizada también con estas mismas herramientas. Los influencers artificiales son solo el comienzo de una revolución tecnológica que podría redefinir nuestras interacciones sociales. ¿Se imagina usted consumiendo un noticiero donde ninguno de los presentadores es real? ¿Comprando un producto porque una modelo virtual se lo recomendó? ¿Teniendo una amistad por medio de chat con una inteligencia artificial?

Quizás antes de entregar completamente nuestras conexiones humanas a la inteligencia artificial, deberíamos preguntarnos: ¿qué estamos buscando solucionar? ¿Qué necesidad estamos intentando llenar? Quizás sea una búsqueda por compañía real o simplemente el anhelo de crear un espejismo perfecto.