
Desde este viernes 7 de noviembre, las aerolíneas deberán reducir sus vuelos en Estados Unidos debido al cierre gubernamental que paraliza al gobierno federal.
La orden es clara: una reducción del 10 % del tráfico aéreo en 40 grandes aeropuertos, ante la escasez de controladores aéreos, según la Administración Federal de Aviación (FAA, por sus siglas en inglés).
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Ante esto, miles de viajeros podrían sufrir cancelaciones o retrasos en sus vuelos.
Aerolíneas como United, Southwest y American Airlines confían en reducir el impacto de la medida, priorizando los vuelos internacionales y los que conectan sus hubs principales en Estados Unidos, por encima de las rutas domésticas secundarias.
Dichas compañías han pedido a sus pasajeros que estén atentos a sus aplicaciones móviles, correos electrónicos y redes sociales, pues apenas tengan claridad sobre los vuelos afectados, lo comunicarán.
En términos generales, la mayoría de aerolíneas ofrece a los pasajeros afectados:
- La posibilidad de reubicación en el siguiente vuelo disponible
- Cancelación gratuita con reembolso del costo del boleto (para los segmentos no utilizados)
- La emisión de un voucher o crédito para usar más adelante
Los pasajeros deben tener presente que la legislación estadounidense no obliga a las compañías aéreas a cubrir hospedaje o alimentación en caso de retrasos o cancelaciones provocadas por decisiones de control aéreo o causas ajenas a la compañía.
Por eso, esté preparado por si debe asumir gastos adicionales durante su regreso.
Algunos seguros o asistencias de viaje podrían cubrir esos costos, pero conviene verificar las condiciones del plan contratado.
Por ahora, la principal recomendación es mantenerse informado a través de los canales oficiales de la aerolínea y considerar opciones alternativas ante cualquier eventualidad.
