San Jerónimo de Pérez Zeledón. Apenas nos desviamos de la carretera interamericana el panorama cambió. No solo porque disminuyó considerablemente la cantidad de vehículos, sino porque teníamos de frente hermosas montañas y una vista inigualable.
(Video) El pueblo encantado
Nunca había estado en este rincón del país, hasta la semana anterior, cuando lo visité como parte de la iniciativa Redescubrí Costa Rica de Ford, en alianza con la Cámara de Turismo Municipal.
Las palabras se quedan cortas para describir un sitio lleno de magia y encantos.
¿Por qué? Con solo apreciar los ríos de agua cristalina que en algunas partes van al lado de la calle vale la pena el viaje.
Además, la posibilidad de adentrarse por los senderos en una montaña para visitar 14 caídas de agua, en las Cataratas Don Kilo.
Para cuando tenga hambre, puede saborear una trucha fresca y luego puede hacer un recorrido de café, para que conozca la forma en que lo tuestan y todo el proceso de producción.
Un detalle más, este lugar ofrece la nueva puerta para subir al Cerro Chirripó. Sí, desde San Jerónimo puede llegar al punto más alto del país.
No se preocupe, en el caserío hay una oficina de turismo, pues muchos de los habitantes de la zona dependen de actividades relacionadas a los visitantes.
En el video que acompaña esta nota puede tener más detalles y enamorarse un poco de este lugar encantando.
Vinculado a Grupo Nación desde el 2000. Ha sido corresponsal, redactor en nacionales y desde el 2012 editor de deportes. A partir del 2017 publica en el blog De Viaje con Jairo, que incluye la serie Ticos lejos del hogar. Ha visitado 76 países a bajo costo.
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