Irlanda es una nación sorprendente, tanto por sus bellezas naturales como por la amabilidad de su gente. Los paisajes que se aprecian en la isla esmeralda parecen sacados de un sueño.
Entre todos esos lugares mágicos que guarda este país europeo, hay un pueblo que roba mis suspiros y siempre despierta mi capacidad de asombro.
LEA MÁS: Me encanta Irlanda por lugares como este
Se trata de un pintoresco sitio costero, parte del condado de Cork, uno de los más importantes del país. Está ubicado en la desembocadura del río Bandon, rodeado de colinas verdes y un puerto natural con orígenes medievales. Su nombre es Kinsale.
Me encantan sus calles angostas y empedradas, mientras las casas de colores vivos nutren mi vista y mi ánimo.


En Kinsale se respira un aire bohemio, con cafés, galerías de arte y tiendas con encanto. A eso se le suman los festivales que se celebran durante todo el año.
LEA MÁS: ¿Cómo estudiar inglés y trabajar en Irlanda?
A pesar de su tamaño, Kinsale posee una historia gastronómica fascinante, dominada por los productos del mar. Es considerada, de hecho, una de las capitales gourmet de Irlanda.
Además de recorrer el centro del pueblo, los visitantes pueden disfrutar de paseos en barco, practicar senderismo y ciclismo por caminos costeros, visitar museos o participar en tours gastronómicos que dejan el paladar satisfecho y el alma contenta.


Durante el verano, en sus pubs frente al mar, es posible disfrutar una cerveza mientras suena música en vivo y el atardecer pinta el cielo.
LEA MÁS: Los llevo a un viaje en tren por Irlanda
Alquilar un auto es una buena manera de llegar a Kinsale y explorar los alrededores. Solo recuerde que en Irlanda se conduce por la izquierda, al contrario que en Costa Rica.


Si prefiere el transporte público, desde la ciudad de Cork hay autobuses hacia Kinsale. Se trata del bus 228, que tarda unos 45 minutos en cubrir los 27 kilómetros de trayecto.
LEA MÁS: Tica en Irlanda nos lleva al pub más famoso
Kinsale es un lugar que invita a la calma, al asombro y al disfrute. Un rincón encantador al que siempre quiero volver.





