Antes de finalizar el campeonato pasado, Juan Carlos Rojas, presidente de Saprissa, dijo: “A todos nos ha llovido, quizá a Sergio (Gila) un poco más”. Esto ante el cuestionamiento de los aficionados y la insistencia de muchos en redes sociales de que el club debía hacer cambios, empezando por la gerencia deportiva.
Hasta una campaña con el “Fuera Gila” se gestó en redes sociales. Al final, la continuidad del español en su cargo era insostenible. Ni siquiera cuando Juan Carlos Rojas decía que “Sergio es un excelente profesional”, sus palabras encontraban respaldo entre los seguidores morados.
Gila fue víctima de sus propios errores, de sus malas contrataciones, algunas pésimas, como la de Sabin Merino. De decir lo que lo condenó: “Esta es la planilla más cara de la historia”. “La data”, que según él le indicó cómo y a quiénes fichar. Por la boca muere el pez, dice el refrán, y en Saprissa a Gila le pusieron una mordaza. “Usted no vuelve a hablar con la prensa. Tiene prohibido hablar”, le dijeron. Por eso el español se alejó de los medios. En el Deportivo Saprissa aseguran que esto no es cierto, que a Gila nunca le prohibieron hablar con la prensa.
Pero no es mi intención hacer leña del árbol caído. Es claro que Gila era insostenible, sobre todo por los cambios administrativos que se avecinan. Y quién sabe, quizá Juan Carlos Rojas siga los pasos del español y abra la puerta de salida. De todas formas, ya él la dejó entreabierta al anunciar que analiza dar un paso al costado, después de 14 años al frente de Saprissa.
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Pero también Rojas juega sus cartas. Sabe que el futuro financiero y administrativo del club se cocina en reuniones en diversas oficinas.
Saprissa busca un camino claro hacia la sostenibilidad, sobre todo porque según una fuente interna, uno de los socios mayoritarios de Horizonte Morado tiene intenciones de salir. Otro socio podría comprar las acciones, incluida la deuda de la institución, que según ha trascendido asciende a $15.000.000.
“No hay nada oscuro”, aseguró Gustavo Chinchilla, gerente general del club, y añadió: “Don Juan Carlos Rojas lo ha explicado más de una vez. Esa deuda heredada existe, pero nunca ha puesto en jaque el funcionamiento del club”, opinó Chinchilla en el programa 120 Minutos.
Un eventual cambio en la composición de socios también prodría significar un cambio en la cabeza del club.

“Se acerca un grupo, luego otro; nunca cerramos la puerta”, opinó Chinchilla sobre los grupos de inversionistas locales o extranjeros que piensan en Saprissa como opción de negocio.
Ya se va despejando el camino. Hay cambios y Saprissa los anunció. Erick Lonis y Víctor Umaña integran el comité deportivo, y ojo a lo que dijo Saprissa: “El comité tendrá la responsabilidad de liderar la planificación y dirección del proyecto deportivo en esta nueva etapa”. Pero no solo ellos estarán, porque “además, se sumarán figuras representativas de nuestra institución, con profundo arraigo en los valores históricos de Saprissa, quienes contribuirán a fortalecer la identidad y el futuro deportivo del equipo”, indicó Saprissa en el comunicado a la prensa cuando anunció la salida de Sergio Gila.
Los vientos de cambio apenas se hacen sentir en la “Cueva del Monstruo”.

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