Tal vez nunca sepamos si estamos solos o no en el universo. Pero mientras tanto, en este pequeño rincón del cosmos, podemos elegir ser menos arrogantes y más conscientes. Menos elegidos y más humanos.
Apostamos cada vez que aceptamos un trabajo, que elegimos pareja, que votamos, que invertimos, que nos mudamos de ciudad. Y, como toda apuesta, algunas veces se gana, otras se pierde
No exagero cuando digo que podríamos estar ante una amenaza comparable con el fraude electoral clásico. Solo que esta vez no hace falta manipular urnas: basta con infiltrar narrativas falsas en el ecosistema digital, por medio de textos, fotos, audios o videos falsos
Los desesperanzados podrán decir lo que quieran, pero los esperanzados seguimos apostando por un mundo sin fin
A pesar de defender a ultranza la equidad, opino que la paridad de género es una abominación, una idea profundamente antidemocrática
Diversos estudios confirman una dolorosa realidad: por largo tiempo, la mayoría de las personas que no tienen cómo enfrentar la crisis actual no ahorraron y gastaron con desenfreno.