
María Isabel Carvajal Quesada, conocida como Carmen Lyra, fue una destacada maestra, escritora e intelectual costarricense, nacida en 1887 y fallecida en el exilio en 1949. Militante comunista y fundadora del Partido Comunista de Costa Rica en 1931, ya desde las décadas de 1910 y 1920 mostraba simpatías por ideologías anarquistas y socialistas, lo que la convirtió en una figura incómoda para los gobiernos de su tiempo.
Por su condición de mujer soltera, hija ilegítima y activista política rompía con los moldes femeninos tradicionales de la época. A pesar de su crítica constante al statu quo fue declarada Benemérita de la Cultura Nacional (1976) y Benemérita de la Patria (2016).
Tras su muerte, se ha intentado “limpiar” su figura, omitiendo su participación política activa y su pensamiento radical. La memoria oficial ha tendido a recordarla como una amable escritora infantil, reconocida por ser la autora de la famosa colección de titulada Cuentos de mi Tía Panchita, pero ha minimizado su lucha social e ideológica, en un esfuerzo por integrarla al imaginario nacional de forma menos conflictiva.

Para rescatar la faceta política de Carmen Lyra es fundamental estudiar y divulgar sus ensayos publicados en el semanario Trabajoy en las revistas El Maestro, Liberacióny Repertorio Americano, entre 1920 y 1947.
Para esta autora, todo lo que acontecía a su alrededor era susceptible de ser llevado al ámbito político, por lo que no concebía como posible el hecho de mantenerse al margen de la política tanto interna como externa.
Muchas veces sus posturas radicales fueron mal recibidas por la sociedad costarricense, pero ella era una mujer de convicciones firmes y supo mantenerse fiel a sí misma y a aquello en lo que creía, sin ceder ante amenazas o castigos y preservando hasta el final su capacidad crítica.

El Semanario Trabajo fue el espacio en el que Lyra publicó la mayor cantidad de artículos, discursos y ensayos políticos. Sin duda, su papel protagónico como fundadora y dirigente del Partido Comunista le permitió tener abiertas las páginas del periódico, órgano oficial del Partido, para plasmar en ellas sus opiniones y posturas políticas.
Su público meta eran los trabajadores y las trabajadoras costarricenses y sus familias, tanto los del ámbito urbano como los del rural. Está claro que Trabajofue una periódico producido y consumido en un contexto marcado por la heterogeneidad social, claramente ligado a una propuesta política disruptiva en la sociedad costarricense, como lo fue el Partido Comunista, fundado en 1931.
Recuperar la palabra política de Carmen Lyra, su visión crítica de la realidad nacional e internacional, y sus rotundos cuestionamientos de la unidad de la nación costarricense, no solo es un acto de justicia histórica, sino también una acción muy necesaria y pertinente en los tiempos que corren en este país y en el mundo, pues muchas de las críticas efectuadas por Lyra continúan vigentes en el contexto actual.
En el libro titulado Carmen Lyra. La palabra recobrada. Ensayos políticos (1920-1947), de reciente publicación por la EUNED y el CIHAC (UCR), se realiza un estudio de 121 ensayos y se ofrece una antología que los agrupa, con el fin de visibilizar su amplia producción intelectual, muchas veces ignorada por la institucionalidad costarricense.
