¿De qué formas puede circular mejor el arte contemporáneo de Costa Rica y de Centroamérica? Se han ofrecido múltiples respuestas a esta pregunta recurrente, y algunos espacios sugieren posibilidades. Ubicado en barrio Escalante (San José), Satisfactory es un proyecto independiente comprometido con apoyar la producción artística, el diálogo y el pensamiento crítico en la región. Parte de que el arte es un territorio común para accionar junto a otros, tejer puentes y borrar fronteras.
El proyecto ha evolucionado adaptándose a las necesidades del contexto y optando por una programación colectiva en el 2024. Ha tejido alianzas con coleccionistas y proyectos que apoyan sus programas de formación, producción y residencias de arte. Uno de sus vínculos más recientes es con la curadora y asesora Hannah Sloan, quien fundó y dirige Hannah Sloan Curatorial & Advisory desde el 2015.
Con el interés de exponer esta alianza y contextualizar sus vínculos, Erika Martin (directora de Satisfactory) entrevistó a la curadora y asesora sobre sus percepciones e intereses sobre el arte costarricense.
Sloan comenta sobre su proyecto expositivo más reciente Seguimos. Arte contemporáneo en Costa Rica, presentado en Los Ángeles (Estados Unidos) del 30 de marzo al 18 de mayo del 2024.
–Nos conocimos el año pasado por su interés en conocer a artistas contemporáneos costarricenses; preparé una gira de visitas de estudio que incluyó artistas emergentes, de mediana carrera y un par ya más consolidados. Comprendí que llevaba un par de años familiarizándose con Costa Rica, investigando el ecosistema de las artes visuales y conociendo a los artistas. ¿Qué ha descubierto o ha sobresalido de una escena tan pequeña en comparación a una ciudad como Los Ángeles?
–En general, he encontrado un nivel excepcional entre los artistas contemporáneos que trabajan en Costa Rica y, al igual que en Los Ángeles, considero que los espacios alternativos y gestionados por artistas son cruciales para el desarrollo del arte. A pesar de la escasez de oportunidades para los artistas en Costa Rica, la experimentación artística es abundante y algunas de las obras más impactantes que he visto son las menos viables comercialmente. Me ha impresionado su conocimiento de las tendencias artísticas internacionales, a la vez que producen obras específicas a su contexto e identidad como costarricenses.
“Existe una camaradería dentro de la comunidad artística y un afán por compartir ideas y apoyarse mutuamente que me parece refrescante y me hace ser optimista sobre la dirección de la escena artística. He encontrado una comunidad de artistas, coleccionistas y curadores muy receptiva y colaboradora, fundamental para lograr conectar con la escena local de forma significativa. Acceder a una creciente red de aliados es vital para mí capacidad de descubrir e introducir artistas costarricenses al mercado del arte en EE. UU.
”Los coleccionistas de arte Esteban Guardia y Pamela Corrales, curadoras como Susana Sánchez y vos misma, al igual que Cero Uno, Abra Espacio y La Salita Temporal me han apoyado mucho, no solo presentándome artistas sino también proporcionándome espacio para trabajar, ayudándome con logística y dándome consejos. El afán de colaboración a lo largo de todo este proceso ha sido increíble. Para alguien externo, la escena artística puede parecer pequeña; no obstante, una vez que se abrieron algunas puertas, me di cuenta que hay una gran cantidad de talento que parece crecer día a día”.
–En mayo clausuró Seguimos. Arte contemporáneo en Costa Rica, en la que participaron 13 artistas costarricenses que exploran medios como la pintura, la instalación fotográfica, el videoarte, el grabado y la escultura. Esta selección me pareció interesante, sobre todo por su carácter intergeneracional, que rara vez vemos en las exposiciones locales. ¿Cómo fue el proceso de selección y cómo percibió que la escena de Los Ángeles recibiera la exposición?
–En un momento estaba planeando una exposición de obras abstractas de mujeres porque creo que en los próximos años veremos un renovado interés por la abstracción en el mercado del arte. Sin embargo, tras dos años investigando, sumada la asistencia del galerista Craig Krull, quien acogió mi exposición, me centré en obras conceptuales como las de Priscilla Romero, Javier Calvo y La Cholla Jackson.
“Seleccionamos artistas cuyas fuertes perspectivas contarían una historia convincente sobre lo que los artistas están pensando y viviendo hoy en Costa Rica. Antes de inaugurar, supe que había sido una decisión acertada por la atención que empezamos a recibir. La competencia por sobresalir en el creciente mundo del arte de Los Ángeles es extrema, por lo que la gran respuesta que recibimos de coleccionistas, curadores de museos, el público en general y la prensa fue alentadora.
“Los artistas Matías Sauter y Katrin Aason tienen exposiciones programadas para el 2025 en Los Ángeles, y es probable que les sigan otras. También aprendí que incluso en un entorno como el de Los Ángeles, donde contamos con una comunidad artística educada, existe gran desconocimiento sobre Costa Rica y el tipo de arte que se produce. Muchos visitantes venían con prejuicios sobre cómo es el arte centroamericano y esperaban ver artesanía tradicional.
“A algunos les sorprendió lo que vieron y espero que les haya abierto la mente a los matices del arte contemporáneo costarricense. Me di cuenta de que el público en Los Ángeles es particularmente receptivo a los artistas queer y hubo un aprecio inmediato por el valiente trabajo que Alina González, Valiente Pastel y Sauter crean en torno a la temática e identidades de la comunidad LGTBQ+”.
–Actualmente hay muy pocas galerías de arte contemporáneo en San José, y nuestro espectro de coleccionistas es limitado, por lo que resulta urgente una muestra como Seguimos. Esta exposición permitió que el arte costarricense traspasara fronteras, y se vinculara con un mercado más lucrativo. ¿Cree que existe interés genuino y potencial de mercado para este arte en EE.UU.?
–Cuando hablamos de galerías de arte contemporáneo no quiero pasar por alto la importancia de los espacios gestionados por artistas en San José, como Cero Uno o La Salita Temporal, o pequeñas galerías comerciales como DeCerca. Pero para responder a tu pregunta, sí. A nivel institucional, en EE. UU. está creciendo rápidamente el interés por el arte contemporáneo de América Central y del Sur, y eso por sí solo está creando un mercado para obras procedentes de estas zonas.
“Durante Seguimos, me enteré de que el Museo J. Paul Getty está a punto de contratar a un curador especializado en arte latinoamericano para su departamento de fotografía. Un curador del Museo de Arte de Santa Bárbara visitó nuestra exposición porque buscaban obras de mujeres latinoamericanas para una muestra en otoño. Podemos afirmar que estamos en una época de posibilidades sin precedentes para los artistas latinoamericanos contemporáneos.
“Los coleccionistas estadounidenses aún deben aprender a comprar con confianza obras de Costa Rica y otros países centroamericanos, y ese es un proceso que lleva tiempo, pero creo que estamos avanzando en una dirección saludable en la que más artistas podrán tener éxito, aquí y en el resto del mundo”.
–¿Cómo sugeriría que los artistas locales o los espacios independientes pueden aprovechar este mercado? ¿Cómo podemos establecer vínculos con creadores e instituciones de EE. UU. que, a su vez, refuercen la comunidad artística local, que cuenta con poca financiación?
–El intercambio cultural es fundamental para quien quiera introducirse en el mercado del arte en el extranjero. Cuando visito la mayoría de las salas de Costa Rica, observo una ausencia generalizada de artistas de fuera del país. Por un lado, entiendo perfectamente que, dado la escasez de oportunidades para los artistas en el país, siempre haya que centrarse en los artistas regionales. Sin embargo, invitar a artistas de afuera de Centroamérica es esencial para establecer vínculos y ampliar los recursos en el extranjero. Es el momento para aprovechar la explosión de interés por el arte latino en todo el mundo.
“Fomentar el flujo de personas e ideas dentro y fuera de Costa Rica será un factor clave para ampliar sus oportunidades. Tanto instituciones como espacios gestionados por artistas deben abrir sus puertas con más frecuencia a curadores, gestores y artistas internacionales. Animo a los artistas locales a prestar mucha atención a lo que está sucediendo en los centros de arte metropolitanos como Los Ángeles, Nueva York y México, a través de redes sociales, y estar preparados para aprovechar las oportunidades cuando surjan.
"Fomentar el flujo de personas e ideas dentro y fuera de Costa Rica será un factor clave para ampliar sus oportunidades. Tanto instituciones como espacios gestionados por artistas deben abrir sus puertas con más frecuencia a curadores, gestores y artistas internacionales”.
“Abundan programas de residencia en EE. UU. y muchos ofrecen becas; recomiendo buscar estas oportunidades. Si los intercambios en persona no son factibles, centrarse en establecer conexiones virtuales. Hace poco organicé un intercambio en Instagram Live con el artista costarricense Isaac Loría, durante el cual enseñó el estudio en el que trabaja. La respuesta de los espectadores de Los Ángeles fue tan positiva que estamos preparando una serie de Instagram Live en los que presentaré artistas y gestores culturales de Costa Rica a mi audiencia de Los Ángeles.
“Sugiero utilizar herramientas de redes sociales, que son gratuitas y accesibles, y pueden crear oportunidades de mayor visibilidad, no solo para artistas, sino también para curadores y educadores artísticos. Por último, es importante mantener un diálogo con personas que, como yo, tengan un interés específico en artistas de la región. Cuanto más sepa y conozca, mejor preparada estaré para establecer vínculos en su nombre”.