
A diferencia de las instituciones, los espacios culturales independientes operan desde la autogestión. Al estar liderados por artistas, tienen mayor libertad en su programación; aunque se ve limitada por presupuesto, permite procesos flexibles, colaborativos e intuitivos.
Para la artista Irene Calderón, que expone en Abra, uno de varios proyectos independientes en San José, esta dinámica participativa marcó su experiencia. “Valoro mucho la libertad creativa, el trabajo colectivo y la motivación con la que se aborda cada proyecto”, señala.
Su muestra La palabra muda reúne 27 obras, la mayoría realizadas en 2024 y 2025, entrelazando, según la artista, “dos etapas distintas de mi pintura en una sola experiencia visual, fluida y coherente”. Una fase explora la figura sumergida en el agua y otra, velada por la noche.
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La exposición nació de forma orgánica tras una visita a su taller. Sentadas en el piso, entre lienzos extendidos, Irene me explicó que estaba saliendo del “agua” y adentrándose en la “oscuridad”. Estaba pintando A la sombra de la noche va a llegar y dará su luz, en la que una figura femenina, sentada entre dos flores de itabo e iluminada por la luz violeta de la luna, mira con una expresión silenciosa y contenida, capturando el tono enigmático y onírico de la serie.
El encuentro reafirmó la confianza mutua en nuestras prácticas como artista y curadora. A partir de ese diálogo, surgieron nuevas formas de conceptualizar su obra, que se encontraba en un momento de maduración. Decidimos realizar una exposición que sostuviera con sensibilidad las transiciones en su trabajo.
“Fue un proceso sumamente enriquecedor. Me entregué con confianza al equipo y permití que me guiaran con su visión, que fue la base para concretar la muestra […] Desde el inicio, el intercambio fue abierto, fluido y en total sintonía, lo que hizo que el proceso se sintiera realmente colaborativo,” reflexiona Irene.
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En esta selección de obras, Irene recurre a la presencia femenina, a lo profundo y a ciertos motivos y formatos, como si en la repetición del gesto algo pudiera revelarse. Sus bocetos y escritos revelan una búsqueda constante del propósito de su práctica.
Este entendimiento permitió a Emmanuel Rodríguez Chaves, el museógrafo, y a mí cuestionar qué condiciones expositivas potenciarían la obra. Acordamos reforzar el vínculo entre las series, integrar sus bocetos y textos y añadir un elemento sonoro. La sala de vértice, al final del recorrido, se mantuvo oscura, con una iluminación puntual sobre dos obras que ponen en diálogo los símbolos clave del velo y el cuchillo.
Irene considera que el montaje “resignificó varias obras” y “transformó la lectura que yo misma tenía de ellas”. Atribuye ese efecto a “la disposición de las piezas, la combinación de formatos y el ritmo lógico que adquirió la muestra”.
Para el equipo, lo principal fue honrar la obra de Irene y acompañarla en este proceso. Ella, a su vez, vivió en esta experiencia un reencuentro con su trabajo, ya que la distancia que le ofreció el nuevo contexto le permitió acercarse a su obra desde otro ángulo.
La exposición de Irene Calderón en Abra Espacio está abierta hasta el 20 de setiembre de 2025. El espacio de arte se ubica en Condominio Las Américas, en San José. Consulte por las redes sociales del espacio para horarios visita.
