Siempre resulta fascinante cuando una figura reconocida por una faceta particular muestra otra dimensión de su talento. En el caso de Juan Hernández, conocido por su labor en el pasado como editor de sellos como Germinal y Encino, presenta su faceta como autor en Dígame quién soy yo, madre, libro que marca un interesante giro en su trayectoria.
En el 2016, este libro se había publicado de forma artesanal en unas cien títulos. Ahora, ocho años después, el libro vuelve a ser publicado desde el sello H&H, una nueva editorial enfocada en la literatura centroamericana que viene dirigida por el propio Hernández y tiene a este poderoso y doloroso título como parte de su catálogo de estreno.
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Dígame quién soy yo, madre trata de las relaciones familiares
Dígame quién soy yo, madre se presenta como una obra que rompe esquemas, ofreciendo una mirada íntima y reveladora sobre la complejidad de las relaciones familiares y la búsqueda de identidad. Hernández demuestra aquí su habilidad para tejer una narrativa emotiva y cautivadora.
La historia se desarrolla en un contexto familiar marcado por secretos y silencios, donde el protagonista se embarca en un viaje emocional para tratar de acomodar las piezas de una vida más que convulsa.
Esta es una historia que va sobre abusos, mentiras, traiciones, pérdidas y mucho dolor. Es una crónica de un remolino de sufrimiento en la que el protagonista se esfuerza, poco a poco, en hacer paces con lo que le ha tocado lidiar (conviene no revelar demasiados detalles de la trama para sorprenderse con cada capítulo).
La trama se entrelaza con maestría, llevando al lector por senderos personalísimos de intriga y revelaciones que despiertan la curiosidad y la empatía, todo entre líneas y con un notable aliento confesional en cada página.
La prosa de Hernández se destaca por su sutileza y profundidad, capturando los conflictos internos del protagonista de manera vívida y conmovedora. Sus descripciones son evocadoras, transportando al lector a escenarios cargados de significado emocional y simbólico.
Además, Dígame quién soy yo, madre asombra por su capacidad para abordar temas universales con sensibilidad y autenticidad. La obra explora temas como el ver el pasado como una vida perdida y el impacto de nuestros recuerdos en el presente.
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Un libro con vida propia
Sumergirse en las páginas de libro de Juan Hernández no es una experiencia sencilla. Las palabras que componen esta obra llevan consigo el peso de un hogar reducido a cenizas, donde las memorias dolorosas van y vienen en un torbellino de emociones. Sin embargo, en medio de la oscuridad y el caos, este título poco a poco vislumbra haces de luz.
Para lograrlo, Hernández ha dotado a Dígame quién soy yo, madre de una estructura narrativa que refleja la complejidad de la vida misma. En lugar de enumerar las partes de su libro, el autor las denomina simplemente como “capítulos”, creando así la sensación de que la obra es como una vida en sí misma, donde los capítulos se acumulan de manera orgánica y los acontecimientos dentro de cada capítulo accionan los siguientes en un fluir continuo de experiencias y emociones.
Esta decisión narrativa resalta la idea de que las memorias y vivencias no dejan de merodear al protagonista, influyendo en su presente y en la dirección que toma su historia. Cada “capítulo” en la vida del protagonista es una pieza del rompecabezas que es su identidad, donde los recuerdos, las decisiones y las relaciones se entrelazan para formar un relato complejo y fascinante.
Al eliminar las enumeraciones tradicionales de los capítulos, Hernández invita al lector a sumergirse en la experiencia del protagonista de manera más fluida y sin interrupciones artificiales. Esta estructura refleja la naturaleza misma de la vida, donde los momentos se suceden unos a otros de forma natural, y las memorias y emociones se entrelazan para dar forma a nuestra historia personal.
Así, Dígame quién soy yo, madr no solo se presenta como una novela que narra la búsqueda de identidad de su protagonista, sino que también es un testimonio de la complejidad y la riqueza de la experiencia humana, donde los “capítulos” de nuestra vida se van acumulando, influenciándonos y dando forma a nuestra historia de formas inesperadas, habitualmente dolorosas, pero con una grieta suficiente como para que la luz se asome.
Ya está disponible
Puede conseguir “Dígame quién soy yo, madre” en las distintas sedes de Librería Internacional. El título tiene un costo de ₡10.000.