Exagerado hasta en sus defectos. Aspiró tanta cocaína que se le partió el tabique nasal; lo remendó… oliendo más polvo blanco.
Ya fuera drogado, o en sus cabales, solía “divertirse” a expensas de su esposa, ya que según él: “Cuando le pegas a una mujer pueden pasar dos cosas, o se va por la puerta o es toda tuya”.
Los fanáticos de Izear Luster “Ike” Turner Jr. le perdonaron su adicción a las drogas, las frecuentes estadías en prisión, el violento carácter y la saña con que agredió a su mujer todo por una razón: ¡ Fundó el rock !
Si alguna vez Elvis Presley regresa de Júpiter, donde vive según sus adoradores, deberá de aceptar que –mucho antes que él– Ike sembró la semilla del rock and roll ; ocurrió en 1951 con su sencillo Rocket 88 .
La infancia de Turner transcurrió en medio de la violencia y la agresión sexual, en su terruño de Clarksdale –Mississippi– donde lo lanzaron el 5 de noviembre de 1931.
Su madre, Beatriz Cushenberry era costurera. Se casó con Isaías, o Izer, Turner, un ministro bautista que según una versión biográfica quedó inválido a causa de la paliza que le propinó una pandilla de tunantes blancos; otros dicen que murió en un accidente industrial.
Para el caso da lo mismo, una cosa u otra, ya que Beatriz se casó con Phillip Reeves. El padrastro era un alcohólico que garroteaba al pobre mocoso y los dos vivían a punta de puñetazos; hasta que un día el jovencito noqueó a Phillip de un certero garrotazo.
El rapaz huyó de la casa y por varios años vivió alejado de la familia; después regresó y se reconcilió con el padrastro, al punto que le regaló una vivienda con los primeros dólares que ganó como artista.
A las tundas paternas habría que agregarle las dos violaciones sufridas antes de los doce años, si bien Ike consideró que: “en esos días no era abuso, sino algo muy divertido”.
Sin más sentido a su vida que gastar el día en naderías, a los ocho años visitaba con frecuencia la radio local WROX, cuya principal atracción era Early Wright –el primer “disc jockey negro”–.
Mientras el DJ salía a la esquina a comprar café Ike se encargaba de colocar los discos; así le ofrecieron su primer empleo en la emisora.
Una tarde escuchó tocar piano al padre de su amigo Ernest Lane; convenció a su mamá para que le pagara unas lecciones; en lugar de matar el rato en el billar aprendió los secretos de ese instrumento y los de la guitarra.
Lo demás vino por añadidura. A orillas del Mississippi interpretó blues con leyendas como Muddy Waters, Willie Dixon y Howlin’ Wolf; así se animó a crear su propia pandilla, The Kings of Rhythm, que saltaría a los límites de la galaxia del rock cuando agregó a una jovencita de piernas ciclópeas, minifaldas escuetas, tacones de vértigo y una voz más allá de la cúpula del trueno: Ana Mae Bullock, conocida después en el universo como : Tina Turner.
A las patadas
La explosiva versión de Proud Mary , con Ike de fondo y Tina en primer plano, retrató el sentimiento que él tenía hacia la cantante: ¡Envidia!
Ambos se conocieron en St. Louis, en 1958, y de socios en la música pasaron a ser amantes; Ike describió así el primer encontronazo amoroso con ella: “Me quería morir, éramos como hermano y hermana. No era solo su voz. De todos modos Anne y yo estábamos muy unidos”.
Del romance pasaron a las greñas; de ahí a los insultos y después a las golpizas despiadadas. Ike le partió un ojo a Tina con un calzador de zapatos y en otra ocasión le rajó la boca.
Aún así, en 1962, la pareja se fugó a Tijuana –México– para casarse; según los chismosos fue porque el roquero quiso evadir el pago de la pensión alimentaria, del hijo que procreó con Lorraine Taylor.
La poderosa voz de Tina, sus piernas infinitas y la melena leonina la catapultaron a la fama; mientras que Ike menguaba su imagen y sobrevivía a la sombra de la reina ácida.
Agresiones, violaciones continuas, consumo de drogas, infidelidades e intento de estafa fueron algunas de las acusaciones que la cantante esgrimió contra Ike, en su autobiografía I, Tina.
A como pudo la diva escapó de Ike en 1975 y, mientras ella ascendía al estrellato, él se hundió en su propias miserias. En venganza la dejó en la ruina, le quitó el dinero, las propiedades y los contratos con las compañías disqueras; solo le dejó la custodia de los dos hijos en común y el apellido Turner.
Acogotado por la amargura el artista tocó fondo con el alcohol y la cocaína, de la cual fue dependiente durante 30 años. La policía lo arrestó por violencia doméstica, posesión de narcóticos y pasó 17 meses en la cárcel.
Siempre achacó a Tina haber ensuciado su nombre con calumnias, y propiciar que sus fans olvidaran su importancia como patriarca del rock .
Con los años suavizó un poco sus comentarios y expresó: “Si le debo una disculpa es a Tina. Le hice pasar por el infierno por mis historias con otras mujeres. Me arrepiento pero no puedo cambiarlo”.
Ya viejo trabajó como guitarrista, pianista, compositor y productor; ganó –en el 2007– un premio Grammy al mejor álbum tradicional de blues con 'Risin' With the Blues .
Los últimos 20 años de su vida los pasó atrapado en el crack, la coca y lo que se pusiera a su alcance.
Aunque vivió con 13 mujeres, se casó con cuatro de ellas y tuvo igual cantidad de hijos, el 12 de diciembre del 2007 murió como vivió: consumido por sus demonios.