El alajuelense Óscar Estrada se convirtió en el primer finalista del programa de Repretel, La dulce vida.
Kiko, como es conocido Estrada, selló el sábado su pase a la gran final de la producción de esa televisora, que busca coronar al mejor nuevo humorista de Costa Rica.
Estrada fue seleccionado en la competencia para participar en la categoría de cuentachistas, en la que se coronó campeón y que le aseguró su espacio en la final.
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Era la segunda oportunidad en que Kiko participaba en ese programa, pues, hace 30 años, el chancero y taxista formó parte de los participantes de La dulce vida y no disputó el título ya que le faltaron unos pocos puntos; de ahí que este primer triunfo le sepa a revancha.
Se desconocen quiénes serán los contrincantes de Kiko porque al programa le resta elegir a los campeones de las categorías: creador de personajes, imitación y stand-up comedy, cuyos ganadores se conocerán en las próximas tres semanas.
En una entrevista con Viva, el cuentachistes mostró su emoción; sin embargo dijo no estar triunfalista porque aún hay una moneda al aire. Esto es parte de lo que nos contó el comediante de 54 años.
–¿Cómo tomó ser elegido el mejor cuentachistes de La dulce vida?
–Las palabras se quedan cortas para la emoción que siento. Soy el único participante de hace 31 años y, luego de tanto tiempo, se me dio la revancha; entonces, la emoción es indescriptible. De verdad me embarga la alegría y más por todos los agradecimientos y felicitaciones que he recibido de mucha gente de Alajuela.
–Hace tres décadas, usted quedó fuera de la final del programa por solo un punto. ¿Qué factores influyeron para que en esta ocasión lograra la revancha?
–Mi edad influyó mucho y también la experiencia porque, hace más de 30 años, cuento chistes de una manera empírica; a esta edad y lo que la calle me da dado contando chistes me han dado mucha madurez. He tenido la oportunidad de venirme rozando más con el público (el año pasado ganó un concurso de cuentachistes de Radio Omega) y eso me ha ayudado mucho a manejar el pánico escénico. Soy de los que manifiesto que hacer reír es un asunto muy serio.
–¿Pensaba que podía ser el ganador de su categoría, valorando los perfiles de sus rivales?
–Yo lo veía y lo notaba porque el cuentachistes criollo, el verdadero cuentachistes, es el que tiene una historia con un desenlace y un remate. Mucho participante llegó y se salió de esa línea: llegaron contando historias; más de uno hizo stand-up o monólogos que yo critiqué, modestia aparte, aunque a la gente le daba risa. Ellos se salieron del esquema del legítimo contador de chistes. Eso me ayudó mucho.
–¿Qué características tiene el legítimo contador de chistes?
–Tiene que captar la atención del público. El legítimo contador de chistes es el que en una narración mete a la gente en lo que está narrando. La mímica influye mucho y hacer pequeños cambios de voz porque, aunque no sea imitador o ventrílocuo, el legítimo contador de chistes también se tiene que meter en el personaje que está narrando. Y el remate no le puede faltar al contador de chistes, porque ese remate es el que provoca la risa del público.
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–Aún le queda la gran final. ¿Cómo se prepara?
–Si este tiro pasado lo hice bien, ahora lo tengo que hacer mejor porque se trata de una final. Así se están preparando todos. Voy para la guerra y tengo que ir armado. Tengo todo el tiempo ocupado sobre lo que me viene, respetando de que no vamos a estar bajo la misma categoría, pero los cuatro somos humoristas; los cuatro vamos detrás de que con nuestra rutina queremos hacer reír al público.
–¿Qué expectativas tiene para la gran final?
–Me siento positivo, no triunfalista. Ellos se prepararán tanto como yo. Soy una persona que cree en la sorpresa de último minuto y espero ser yo el de esa sorpresa. Te puedo decir que yo defiendo la categoría madre del programa, que es contar chistes. Hace 31 años, don Henry Loría (creador de La dulce vida) inventó La dulce vida para escuchar a la gente contando chistes, esa es la razón por la que el programa existe. Me siento orgulloso de ser un contador de chistes criollo, nato, a lo tico…, de ir a esta final como campeón representando a la categoría madre del programa. Espero en Dios que me de la sabiduría para poder ganar y decir que La dulce vida fue ganada por un cuentachistes.
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