
Algunos reconocen su rostro por sus icónicas películas, en las que ha interpretado desde un enamorado empedernido hasta al muñeco Ken. Lo cierto es que Ryan Gosling es mucho más que eso. Detrás del talentoso actor existe una historia poco conocida, la de un niño criado bajo la religión mormona que, incluso, llegó a arrojar cuchillos a sus compañeros en la escuela.
Ryan Thomas Gosling nació el 12 de noviembre de 1980 en London, Ontario (Canadá), en el seno de una familia mormona practicante. En más de una ocasión, el actor ha descrito a su familia como “fanática”.
“Me crié como mormón. Mis padres eran mormones; yo no lo era realmente. Nunca me sentí del todo identificado con la religión, aunque ir a la iglesia tiene sus ventajas”, declaró en una entrevista con Beliefnet.
Según ha relatado, su madre participaba activamente en la iglesia, especialmente en las tradiciones y la teología de la comunidad de los Santos de los Últimos Días.
“Tuvimos una educación bastante devota. Fui criado por una fanática religiosa. Aunque eso era parte de todo en aquel entonces, ahora es diferente”, reconoció el actor de The Notebook, en una entrevista con The Guardian.
Infancia complicada y primeras influencias artísticas
A pesar de crecer en un entorno familiar restrictivo en cuanto a ocio y entretenimiento, el pequeño Ryan mostró desde temprano su interés por las artes escénicas.
A los 13 años comenzó su carrera en el mundo del entretenimiento como parte del programa The Mickey Mouse Club, en Disney Channel, donde participó entre 1993 y 1995 junto a futuras estrellas como Justin Timberlake y Britney Spears.
Su amistad con Timberlake fue tan estrecha que ambos llegaron a vivir juntos. La madre del cantante, incluso, asumió temporalmente la tutela de Gosling mientras trabajaban para Disney, ya que la madre del actor debió regresar a Canadá por motivos laborales.

Incidente con cuchillos marcó su infancia
Aunque su paso por Disney fue tranquilo y profesional, la infancia de Ryan fue turbulenta. En una entrevista con GQ, el actor reveló: “Tenía dificultades en la escuela y simplemente no podía recordar lo que decían los profesores. Pensaba que era difícil para mí, aunque parecía ser más fácil para todos los demás”.
Esa situación afectó su autoestima y llevó a sus maestros a colocarlo en un programa de educación especial.
Otro episodio decisivo ocurrió cuando, inspirado por el personaje de Rambo, llevó cuchillos de cocina a la escuela e intentó recrear una de las escenas más conocidas de First Blood, lanzándolos durante el recreo. La anécdota fue compartida por el propio actor en The National Post.
“Me pusieron en espera. Mis padres también estaban asustados”, contó Gosling. Después de ese incidente, le prohibieron ver películas violentas.

De The Mickey Mouse Club a Hollywood
Tras superar esos años difíciles, Ryan continuó su formación académica en la Lester B. Pearson High School, en Burlington, y en la Cornwall Collegiate and Vocational School, en Ontario. A los 17 años, finalmente, abandonó sus estudios para dedicarse por completo a la actuación.
Después de su etapa en Disney, participó en series juveniles como Are You Afraid of the Dark? y Breaker High, hasta dar su salto al cine a comienzos de los años 2000.
Su primer papel destacado fue en The Believer (2001), pero la fama mundial llegó en 2004 con la película romántica Diario de una pasión (The Notebook), junto a Rachel McAdams.
Desde entonces, ha interpretado personajes complejos en cintas como Half Nelson (2006) —que le valió una nominación al Óscar—, Lars and the Real Girl, Drive, Blue Valentine y La La Land, por la que obtuvo un Globo de Oro y otra nominación al Óscar.
Entre sus trabajos más recientes destacan Blade Runner 2049, First Man y el fenómeno mundial Barbie (2023), donde dio vida a Ken y cantó uno de los temas más famosos de la película I’m Just Ken. Además, debutó como director con Lost River (2014).
En su amplia filmografía también figuran Fracture, Crazy, Stupid, Love, The Place Beyond the Pines, Only God Forgives, La gran apuesta (The Big Short), Song to Song, El agente invisible (The Gray Man) y El especialista (The Fall Guy).

Ken, padre y compañero de vida
Gosling mantiene una vida familiar discreta y alejada del escrutinio público. Desde 2011, comparte su vida con la actriz Eva Mendes, a quien conoció durante el rodaje de The Place Beyond the Pines.
Juntos forman una de las parejas más estables y reservadas de Hollywood, evitando apariciones en alfombras rojas y la exposición en redes sociales. Tienen dos hijas: Esmeralda Amada (2014) y Amada Lee (2016).
Antes de Mendes, Gosling sostuvo relaciones amorosas con Sandra Bullock y Rachel McAdams, a quien ha descrito como “el gran amor de su vida”. No obstante, con Mendes, encontró un equilibrio entre la carrera y la familia, eligiendo participar en solo un proyecto por año para disfrutar del tiempo con ellas. Mendes, por su parte, decidió pausar su carrera para dedicarse a la maternidad.
El actor es amante de los animales, tiene un perro rescatado llamado George y también es aficionado al ajedrez y los caballos. Además, en varias ocasiones ha mostrado compromiso con causas humanitarias, viajando incluso a zonas en conflicto como el Congo para llevar su aporte.
Más allá del brillo de Hollywood y de los reflectores que lo siguen en cada estreno, Ryan Gosling demuestra que valora la autenticidad y la coherencia consigo mismo.
Su historia, marcada por los contrastes entre la devoción religiosa, la rebeldía infantil y la sensibilidad artística, muestra a un actor que transformó sus experiencias en arte.
Entre la fama, la familia y la introspección, Gosling se consolidó como uno de los intérpretes más completos de su generación, capaz de encarnar tanto al héroe romántico como al antihéroe moderno sin perder su esencia.

