
La presentadora de Buen día, Natalia Monge, reveló que una experiencia le cambió por completo su manera de ver la vida.
Según contó, a los 20 años tenía un plan de vida bien estructurado: quería ser bailarina de ballet y danza, además de estudiar administración para convertirse en gestora cultural.
Sin embargo, una lesión en sus tendones de Aquiles la obligó a abandonar ese sueño.

“Era una época en la que además te decían: ‘tenés que estudiar en una universidad pública, las buenas son estas... Lo contrario es fallar’”, comentó Monge en el programa Casual con Tavo López.
Monge explicó que la vida misma le hizo entender que “por ahí no es”. “La vida me ha enseñado a que no todo sale como uno quiere, a que no se puede controlar todo y a que es más chiva vivir todo un poquito más relax”, mencionó la presentadora.
La figura de Buen día afirmó que este aprendizaje ha representado un reto personal.
“Ya no me preocupo por las expectativas que tengan de mí. Me cuido mucho, me preocupa trabajar mi imagen (...). Me molesta si alguien me juzga, pero ¿hasta qué punto me puede preocupar? Hasta el punto en el que me puede afectar en algo”.
De acuerdo con Monge, el “qué dirán” solo le preocupa si implica una consecuencia real, como una afectación en su trabajo; de lo contrario, no pasa de ser una simple molestia.
