Las calles de Madrid albergaron una escena que hace mucho no tenían: jóvenes y adultos hicieron filas en distintas tiendas de discos y a eso de las 5 de la tarde (hora de España) las copias de los vinilos de El mal querer de Rosalía estaban agotados.
Rosalía, de 25 años, es una cantante de flamenco que mezcla los tradicional del género (guitarra, palmas y percusión) con el pop, el hip-hop y la electrónica, todo esto ofrecido con una estética moderna. Rosalía es cantante, compositora y bailaora, pero también es un fenómeno.
El País de España le ha dedicado toda clase de artículos: los dedicados a su diseñadora de vestuario; a Filip Custic, el artista que hizo todo el arte de su disco, a su espectacular concierto en Madrid en el que bailó y cantó en una plaza abierta a 9° C de temperatura e incluso a los reclamos de apropiación cultural que le hacen personas de la etnia gitana de España.
Los sonidos de El mal querer incluyen la guitarra pal flamenco, sonidos de cajón, de puertas y maderas que recuerdan a los tablaos donde se baila, pero también sonidos de cuchillos, de vidrios quebrándose, de monedas y cuadraciclos.
El sonido lo logró de la mano de El Guincho, uno de los mejores productores musicales que haya salido de España. Para muestra de su grandeza su canción Malamente (Cap.1: Augurio) que en dos minutos logra resumir todo esto y nos deja con la boca abierta por su potente videoclip (dirigido por Canadá).
Rosalía es un paquete completo al que solo le faltaba lo que hoy consiguió, la atención de decenas de medios internacionales. Actualmente es la compositora con más nominaciones a la próxima entrega del Grammy Latino solo superada por J Balvin (8 nominaciones), con quien comparte la canción Brillo.
Hito
Rosalía es de Barcelona, pero estudió el baile flamenco desde pequeña. No es raro que en sus stories de Instagram suba afiches de presentaciones del bailaor Farrukito, a quien admira mucho, pero también ha subido imágenes completamente embelesada en un concierto de Beyoncé.
Rosalía es producto de lo tradicional y lo actual, en un balance perfecto en el que madres de hijas, padres e hijos pueden escuchar su disco.
El mal querer está dividido en capítulos y narra los dolores que trae una (o varias) relaciones abusivas. Pienso en tu mirá (Cap.3: Celos) –el segundo sencillo– muestra una relación posesiva y ella le da voz tanto al abusador como a la persona que le sufre. Tras de talentosa, feminista.
El video también está cargado de símbolos e imágenes que aluden a la agresión... pero ninguna descripción le hace justicia, es mejor que lo vea, como ya millones de personas alrededor del mundo (de seguro va a necesitar repetir).
Quizá El mal querer resultó ser un disco más de flamenco pop de lo que muchos esperaban (los sencillos indicaban otra dirección musical). Pero no por eso deja de ser un disco esencial del 2018.
La voz de Rosalía suena celestial en Bagdad (Cap.7: Liturgia) y A ningún hombre (Cap.11: Poder), pero en realidad, en todas las canciones. La producción de El Guincho amarra todas las ideas de Rosalía, que van desde canciones a capella hasta el flamenco urbano de Di mi nombre (Cap.8: Éxtasis).
Esta mañana Rosalía publicó su propia foto sosteniendo el vinilo. En los comentarios había muestras de cariño de Filip Custic, de Carla Morrison, del grupo The Marías, de la actriz Camila Sodi, y al cariño por el disco se han sumado los comentarios de James Blake, Juanes y Justin Timberlake. La emoción es palpable, a través de todas las pantallas.
Con su álbum, Rosalía probó que en muchas ocasiones la mejor forma de sorprender no es dar lo esperado, sino mantener una visión creativa. Es atípico ver a gente haciendo filas para comprar discos, pero aún más raro lo que logró El mar querer: ponernos a los jóvenes a escuchar un disco entero un disco de flamenco.