Sly Stone murió este lunes, a los 82 años, informó su familia a medios estadounidenses. El músico lideró una de las bandas más influyentes del funk y abrió caminos en la integración racial en la industria musical.
Con un sonido que fusionó soul psicodélico, espíritu hippie, funk de raíz blusera y rock influenciado por el góspel afroamericano, su propuesta cautivó a millones de personas durante una época de efervescencia cultural.
El cantante ofreció un concierto memorable con su banda, Sly and the Family Stone, en el festival de Woodstock, en agosto de 1969.
“Es con profunda tristeza que anunciamos el fallecimiento de nuestro querido padre Sly Stone, de Sly and the Family Stone”, afirmó su familia en un comunicado.

Stone murió en paz, acompañado por sus tres hijos, su amigo más cercano y otros familiares. Luchaba contra una enfermedad pulmonar obstructiva crónica y otros problemas de salud, según reportó la revista Variety.
“Nos consuela saber que su extraordinario legado musical seguirá resonando e inspirando a las generaciones futuras”, añadió la familia.
Con una energía vibrante en el escenario y letras que denunciaban la discriminación racial, Stone se convirtió en una figura clave de la música estadounidense.
Grabó discos que abordaron distintos géneros y sensibilidades. Sin embargo, se retiró a principios de la década de 1970. Las luchas personales provocaron la disolución de la banda.
Regresó de forma intermitente con giras breves, apariciones erráticas en televisión y una fallida reunión en los premios Grammy del año 2006.
Durante cinco años dejó una huella profunda en la música mundial. Su impacto fue irreversible, desde el éxito inicial de Dance to the Music, en 1967, y el número uno Everyday People, en 1968, hasta la obra maestra de los años 70 If You Want Me To Stay.
Para muchos, Sly Stone fue un genio musical que anticipó el sonido del futuro. “Era como ver una versión negra de los Beatles”, expresó George Clinton, leyenda del funk y amigo cercano, en entrevista con CBS News.