Nueva York. Ivanka Trump, hija y asesora del presidente de Estados Unidos Donald Trump, anunció el martes el cierre de su marca de moda homónima, después de una tormenta de críticas sobre posibles conflictos de interés y baja de las ventas por motivos políticos.
Esta economista de 36 años, frecuentemente fotografiada llevando zapatos de su propia grifa, se alejó de la empresa para trabajar en la Casa Blanca como asesora de su padre, pero siguió aprovechándose del negocio.
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La marca de ropa, calzado y accesorios Ivanka Trump, que registró un fuerte aumento en las ventas en el 2016 (año de la campaña electoral), sufrió un revés tras la elección del presidente Trump, cuando varias cadenas minoristas decidieron dejar de venderla.
Como “primera hija”, desde enero del 2017 Ivanka viajó al exterior representando a Estados Unidos, asistió a reuniones con jefes de Estado visitantes y ha hecho giras por el país, generando especulaciones de que podría tener sus propias ambiciones políticas.
“Después de 17 meses en Washington, no sé cuándo regresaré al negocio, pero sí sé que mi foco en el futuro cercano estará en el trabajo que estoy haciendo aquí en Washington”, dijo la también diseñadora.
“Por lo tanto, tomar esta decisión ahora es lo justo para mi equipo y mis socios”, agregó. “Sé que cada uno de ellos prosperará en su próximo capítulo”.
La organización Ciudadanos por la Responsabilidad y la Ética en Washington (CREW, por sus siglas en inglés) celebró calurosamente la decisión, e instó a la familia Trump a desprenderse de todos sus activos, afirmando que deberían haberlo hecho antes de llegar a la Casa Blanca.
Abigail Klem, presidente de la marca, dijo en un comunicado que entendía que la decisión había sido “difícil” para Ivanka.
Los 18 empleados de la grifa fueron informados el martes del cierre, según medios estadounidenses.
Ivanka, una madre de tres hijos que no recibe pago por su trabajo en la Casa Blanca, ganó al menos $82 millones el año pasado junto con su esposo Jared Kushner, también asesor de Trump.
Una década.
La exmodelo lanzó una línea de joyas en el 2007, antes de ramificarse al calzado de precio medio, bolsos de mano y, finalmente, ropa.
La etiqueta fue lanzada como un precio medio, orientada a las mujeres trabajadoras, se vendía en grandes tiendas de Estados Unidos, como Macy's, T.J. Maxx, Nordstrom y Neiman Marcus.
En el 2016, cuando tuvo una intensa participación en la campaña electoral de su padre, la compañía se expandió a las prendas de algodón, ropa deportiva y ropa de cama para bebés.
En enero del 2017, Ivanka Trump anunció que abandonaba el negocio inmobiliario familiar, The Trump Organization, para gestionar activamente su marca, que se colocó en un fideicomiso.
Pero el año pasado, las grandes tiendas Nordstrom y Neiman Marcus abandonaron la línea Ivanka Trump, citando una ralentización de las ventas tras la presión de activistas para boicotear a los comercios que hacen negocios con la familia del presidente.
A principios de este mes, la firma minorista canadiense Hudson's Bay –que incluye a las estadounidenses Saks Fifth Avenue y Lord & Taylor– decidió eliminar gradualmente la marca.
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Aunque Ivanka nombró a Klem presidente de la marca, se mantuvieron las críticas sobre los conflictos de interés.
CREW reveló por primera vez en mayo que a la grifa Ivanka Trump se le habían otorgado cinco marcas comerciales en China, días antes de que el presidente estadounidense repentinamente rechazara una prohibición tecnológica estadounidense impuesta a la firma china de telecomunicaciones ZTE.
En el 2017, la marca de Ivanka Trump puso fin a conversaciones sobre un acuerdo de distribución con Sanei International en Japón, que los expertos atribuyeron a un intento de evitar cualquier apariencia de conflicto de interés.
En febrero del 2017, la asesora de Trump, Kellyanne Conway, llevó la marca en una entrevista de televisión, instando a los espectadores a “ir a comprar cosas de Ivanka”, lo que provocó una fuerte reprimenda de parte de funcionarios encargados de la ética en el gobierno.
El presidente arremetió en Twitter contra Nordstrom cuando dejó de vender la marca. “Mi hija Ivanka ha sido tratada injustamente por Nordstrom. Es una gran persona, siempre me está presionando para que haga lo correcto! ¡Terrible!”, escribió.