El funeral del príncipe Felipe, duque de Edimburgo y esposo de la reina Isabel II, no solo llamará la atención por ser la despedida del hombre que acompañó a la monarca británica durante 73 años, sino que alrededor de la ceremonia habrá otros objetivos de interés: uno de ellos es la relación de los hermanos Guillermo y Enrique, así como detalles del protocolo que debe de cumplir la familia real.
El sepelio se llevará a cabo este sábado, a partir de las 8 a. m. (Costa Rica), y será transmitido por televisión para evitar aglomeraciones. El cuerpo de Felipe de Edimburgo será trasladado desde el castillo de Windsor, donde ha permanecido durante toda la semana, hasta la iglesia en un coche Land Rover que él mismo ayudó a modificar para convertirlo en una carroza fúnebre.
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A la ceremonia solo podrán asistir 30 invitados, por motivos de protocolos sanitarios, así que serán los miembros más cercanos de la familia real los que le den el último adiós a Felipe. Entre ellos, obviamente, estarán sus hijos y sus nietos, quienes esperarán el féretro del duque en la entrada de la iglesia y serán parte del cortejo hasta el altar.
Aquí es donde empiezan los detalles curiosos, ya que el príncipe Enrique -quien renunció a sus deberes y derechos como familiar senior de la realeza y quien junto a su esposa Meghan Markle dieron una incendiaria entrevista a la periodista Oprah Winfrey- volverá a reencontrarse con su padre el príncipe Carlos y su hermano el príncipe Guillermo desde que se alejó de la corona.
Sin embargo, el protocolo emitido por el palacio de Buckingham confirmó que los hermanos acompañarán el ataúd de su abuelo, pero caminarán por separado. En medio de ellos desfilará su primo Peter Phillips, hijo de la princesa Ana.
Los últimos deseos de Felipe
Conocido en vida por su particular forma de ser, el príncipe Felipe dejó muy en claro que quería un funeral estilo militar, no de Estado, como se lo merecía por ser el consorte de la reina.
Así las cosas, el féretro del duque, quien sirvió en la Marina Real Británica en la Segunda Guerra Mundial, será cargado en hombros por ocho militares que lo llevarán hasta el altar de la capilla de San Jorge. Habrá cornetines durante el camino de la carroza hasta la iglesia.
El Land Rover que el duque de Edimburgo ayudó a modificar para su sepelio es de color verde militar y tiene una sección trasera abierta para llevar el ataúd, además el propio Felipe diseñó los pasadores metálicos que deben de impedir que el féretro se mueva dentro del vehículo, explicó AFP.
El protocolo emitido por el palacio de Buckingham explicó que para esta ocasión los asistentes al funeral no van a utilizar sus uniformes militares de gala, como es una costumbre y máxime en un sepelio de corte militar.
Todo apunta a que esta decisión la tomó la propia reina Isabel, tal vez tomando en cuenta que su nieto Enrique, al dimitir de sus responsabilidades como royal, también perdió el derecho de usar el uniforme de los Royal & Blues, el regimiento con el que había servido en Irak y Afganistán como artillero de helicópteros de combate.
La reina tiene la potestad de permitirle a Enrique usar el uniforme, pero tomó otro camino: todos por igual irán vestidos de civiles con sus medallas de honor, eso sí.
Todos los invitados llevarán mascarillas y deberán de mantener las distancias de seguridad, aseguró Buckingham.
Invitados
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A la ceremonia asistirán los hijos de Felipe: Carlos, Ana, Andrés y Eduardo. También estarán los nietos y sus respectivos cónyugues, excepto Meghan Markle, que por recomendación médica debido a su embarazo no viajó a Londres.
Asistirán Camila (esposa de Carlos), así como los hijos de la fallecida princesa Margarita y tres parientes alemanes de Felipe, informó AFP.
Entre ellos destaca la presencia de Andrés de York, luego de que fuera apartado de la vida pública tras el escándalo provocado por su amistad con el difunto Jeffrey Epstein, acusado de pederastia en Estados Unidos. Y, según los medios, la Marina Real no hubiese visto con buenos ojos que vistiese el uniforme, agregó AFP.