El chef Óscar Castro todavía no puede creer lo que está viviendo. Nunca pensó que tras 28 años de trayectoria contribuiría a que Costa Rica obtuviera un Guinness World Records.
Lo cierto es que el popular chef puso manos a la obra y tras 15 horas de trabajo y un equipo de 12 personas logró hacer la galleta rellena de crema más grande del mundo, para que la empresa Mondelēz Internacional, que contrató al chef, obtuviera el récord.
Se trató de una galleta Oreo, la cual pesó 83.45 kilogramos, con un diámetro de 72 centímetros. La dulce creación equivale a casi 10.000 galletas normales (tomando en cuenta que cada una pesa generalmente nueve gramos).
“Es un orgullo, a veces no lo puedo creer, porque más allá del tamaño de la galleta, es que esta es una gran cosa. Es decir, no es solo por ser grande sino que es un gran acontecimiento, un gran detalle que marca un antes y un después en mi carrera, porque implicó poner en ejecución el conocimiento y las experiencias que uno ya ha tenido en pastelería y panadería. Además implicó ser muy cauto a la hora de desarrollar el producto, entonces fue muy interesante, muy bonito y retador”, explicó el chef.
La enorme galleta se rellenó de 24 kilos de crema y fue elaborada con más de seis kilogramos de harina, cuatro kilogramos de azúcar, siete kilogramos de mantequilla, seis kilogramos de chocolate amargo en trozos, casi tres kilogramos de chocolate amargo en polvo y otros ingredientes como huevos, vainilla y sal.
Sin embargo, Castro confiesa que elaborar tan monumental galleta -que se presentó ante los representantes del Guinness World Record el pasado viernes 15 de octubre-, no fue una tarea sencilla. De hecho, las semanas anteriores a crearla pasó horas practicando, probando moldes, horneando y buscando que la galleta quedara perfecta y que el tamaño calzara con las expectativas.
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“Primero tuve que hornear una porción pequeña en un molde de queque normal y calcular el peso en crudo: cuánto se evaporaba, cuánto perdía de peso después de horneado. Una vez con este molde. de 24 centímetros. tuve que hacer el cálculo de cuántas veces había que multiplicar esa mezcla para que una sola galleta pesara 33 kilos aproximadamente. Entonces tuve que hacer dibujos y formar un círculo con un montón de moldes para calcular hasta que llegara a la medida”, explicó.
De acuerdo con el chef, su mayor temor era no poder extraer la galleta del molde después de horneada. Por ello, en esa labor, participaron cuatro personas, quienes sacaron la galleta después de cinco horas dentro del horno.
“Sabíamos que por el peso lo íbamos a lograr pero llevar la mezcla al molde y del molde a la váscula era donde estaba el estrés”, afirma.
Según Rocío Ulate, gerente de Mercadeo de Mondelēz Internacional, la idea de que Costa Rica compitiera por este récord tiene su origen en la predilección que tienen los ticos por la galleta Oreo. Según ella, se ubica en el top tres de las galletas dulces preferidas por los comensales nacionales.
“Quisimos traer algo grande en modo de reconocimiento y lealtad de los ticos, y qué más grande que poderles regalar un récord mundial, que da un sentido de pertenencia. Es un Guinness hecho 100% por manos costarricenses”, dice.
Ulate agregó que esta era una idea que se venía gestando hace muchos meses atrás, pues inlcluso dedicaron bastante tiempo en seleccionar al chef que estaría a cargo de la galleta. En este caso, se inclinaron por Castro dada su experiencia y trayectoria.
Al final, la galleta gigante se distribuyó entre diferentes instituciones y organizaciones, pues uno de los requisitos de Guinness World Record era que el producto fuera comestible.
Antes de la hazaña del chef costarricense, el estado árabe de Baréin, en Asia, era el que tenía el récord de la galleta de crema más grande del mundo, al haber elaborado una pieza de 73.4 kilogramos.
El récord fue verificado por una adjudicadora oficial de Guinness World Records encargada de realizar y medir el gramaje, así como de asegurar el cumplimiento de las normas de la organización.